La amarga pasión de Judas

Sevilla está conformando un estacionamiento teatral. Ya vemos natural encontrarnos con un Don Juan en las cercanías de la festividad de Todos los Santos. Y la llegada de la primavera y la Semana Santa está influyendo en otras ofertas teatrales que, aunque se pueden ver en cualquier época, encuentran mejor acogida en marzo y abril. A Poncio Pilatos y a la versión dramatizada de la novela El hombre que esculpió a Dios se suma ahora la propuesta de Madeja Teatro en colaboración con GNP de El peso de Judas escrita por el prolífico autor Borja de Diego, dirigido por Antonio Doblas e interpretado por el todo terreno Jose Chía.

Estamos ante un espectáculo impecable. Una minimalista escenografía con una luna de cobre y un árbol realzados por el panel de la muralla que posee la Sala La Fundición envuelta maravillosamente por la iluminación de Fernando G. Novelles que la dota de una hermosa calidez.

El espacio sonoro creado por Jasio Velasco marca con mucho acierto a este Judas que se encarna en el actor Jose Chía y que ofrece una increíble verosimilitud gracias a su físico y al que habría que pedirle que no se entregue tanto desde la primera escena. Su potencia de voz merece ser modulada.

En la misma línea valdría la pena revisar los continuos oscuros que enturbian más que aclaran.

El texto de Borja de Diego sigue la historia conocida pero nos retrata a un hombre con ideas propias atormentado por un destino con el que no está de acuerdo. Los destellos poéticos de De Diego elevan a este personaje denostado.