El mejor Bay desde ‘La roca’
Ambulance. Plan de huida | Crítica
La ficha
*** 'Ambulance. Plan de huida'. Acción, EEUU, 2022, 136 min. Dirección: Michael Bay. Guión: Chris Fedak. Intérpretes: Jake Gyllenhaal, Yahya Abdul-Mateen II, Eiza González, Garret Dillahunt, Moses Ingram, Keir O’Donnell, Colin Woodell, Devan Long, Chelsea Harris, Sheila Houlahan, Brendan Miller. Música: Lorne. Balfe. Fotografía: Roberto De Angelis.
Al correcto artesano y aplicado pirotécnico visual Michael Bay hay que reconocerle que aportó un nuevo modelo al cine de acción con La roca allá por 1996. De entonces a ahora ha rodado películas estruendosas –Armageddon y las cinco entregas de Transformers–, bélicas –Pearl Harbor– y de fantasía distópica –La isla– más una interesante rareza con tintes de comedia negro-hortera basada en hechos reales –Dolor y dinero–. En Ambulance. Plan de huida une su cine más estruendoso con una incursión en el policíaco de persecución logrando un resultado trepidante hasta la extenuación. Y logra su mejor película de acción desde La roca, a la que hace algún guiño.
Se trata del remake, o más bien del inflado hasta casi hacerla estallar como un globo, de una pequeña película danesa de 2005 que suma todos los planos horteras y espectaculares, todos los efectos apabullantes y toda la adrenalina que con la ayuda de los recursos digitales una pantalla pueda soportar en la historia de una interminable y muy espectacular persecución tras un atraco fallido perpetrado por dos hermanos con mala suerte. Tan mala, tan mala, que lo que se les ocurre secuestrar para huir es una ambulancia con un policía gravemente herido y una paramédico como inquilinos. Una broma del destino porque uno de los objetivos del atraco era obtener recursos para pagar el tratamiento médico de la mujer de uno de los atracadores. El sistema sanitario americano debe ser tan terrorífico que ya se ha rodado más de una película en la que la desesperación convierte a los familiares del enfermo en delincuentes (recuerdo John Q de Nick Cassavetes). Muy bien –dentro de lo esquemático de sus personajes– Yahya Abdul-Mateen II y Jackie Gyllenhaal como los hermanos que huyen y Eiza González como la paramédico secuestrada. Entretiene pese a su exceso de metraje (ojalá volvieran los clásicos 90 o 100 minutos que duraban la mayoría de los largometrajes) y desde luego excita como si en vez de en una butaca de cine se estuviera sentado en una vertiginosa atracción de feria.
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