Ana Carla Maza: "No podemos tener modernidad sin tradición"

ANA CARLA MAZA | Cantante, violonchelista y productora

La intérprete hace una parada en Sevilla este jueves, 13 de febrero, con su gira ‘Caribe Wolrd Tour’ para ofrecer un concierto en el que funde el jazz con multitud de ritmos latinos y clásicos

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Ana Carla Maza
Ana Carla Maza / Edu Rosales

Ana Carla Maza (La Habana, 1995) nació en el seno de una familia de músicos, en la que su madre era directora de un coro de niños y su padre, chileno huido a Cuba con su familia cuando apenas contaba un año de edad tras la caída de Allende, era compositor y multinstrumentista. Desde los cinco años, Maza empezó a recibir lecciones de piano y a los ocho comenzó a tocar el violonchelo. Siempre expuesta al son cubano tradicional por su seguimiento del fenómeno Buenavista Social Club, arrancó una carrera musical cantando, interpretando, componiendo e incluso produciendo canciones basadas en todo lo que aprendió desde su infancia, reflejadas con un enfoque audaz e independiente, con las que ya ha completado tres discos. El último de ellos, Caribe, es una mezcla estilos latinoamericanos y afrocubanos subrayados por un fondo clásico que ha dado pie a la gira mundial Caribe World Tour. Durante febrero hará varias paradas en España, una de ellas el jueves 13 en la sala Malandar.

Pregunta.Nos va a resultar muy curioso asistir a un concierto de música latina caribeña en la que, junto a la voz, el instrumento principal es un violonchelo.

Respuesta.Sé que el violonchelo es un instrumento clásico de la orquesta sinfónica y solemos pensar en él solo como eso, pero para mí lo importante era hacer toda esta música de mis raíces: la música cubana, la música en merengue, la cumbia, el tango, con un violonchelo, con composiciones originales y mi banda de músicos; incluso habrá bailarines también. Será un espectáculo realmente muy bonito, que llevaremos después a muchas otras ciudades de diferentes países. Lo más importante es compartir un momento de alegría y mucha emoción.

P.Ya que menciona a la banda, ¿con qué formato actuará en Sevilla?

R.Seremos un trío. Voy con Jay Kalo, que es un baterista y percusionista cubano de esta nueva generación que me gusta tanto por su energía. Además, como las mujeres formamos parte solamente del 10% de la escena en la industria musical y para mí es importante tener mujeres en la banda, tengo a Mily Pérez tocando piano, teclados, porque hay que poder llevarlas más allá de solo cantantes, tienen que aparecer también como instrumentistas. Con la gira de Caribe, tras editar el disco, hicimos 150 conciertos y esta de ahora es la gira Caribe Deluxe, con un nuevo espectáculo en el que también llevamos dos bailarines con nosotros y tenemos otra escenografía. Vamos a un viaje imaginario en el Caribe, en América Latina, fusionando el jazz, el latino y el clásico, conectando con el público en una experiencia plena de emoción.

P.¿Qué pesa más en esta experiencia? ¿La tradición o la modernidad?

R.Es que no podemos tener modernidad sin tradición. Gracias a la tradición, gracias a rendir homenaje a nuestras raíces, gracias a haber estudiado. He tenido grandes maestros de la música cubana en Cuba, un país donde hay música siempre por todos lados: en la familia, en la casa, en las plazas, en las escuelas y, claro, se escucha muchísimo la música tradicional. Y uno solamente puede innovar desde la tradición. Por eso para mí, que toco el violonchelo clásico, que he estudiado todo en los compositores clásicos, poder proponer algo nuevo es simplemente un acto honesto y sincero que transmite las emociones que voy viviendo a través de mis viajes, de mis encuentros con otras personas, de las culturas que voy conociendo en países diferentes. Y transmitir esta filosofía de vida, porque la música nos ayuda, es como una terapia; la música nos acompaña en nuestro viaje de vida, en nuestro camino de vida; nos acompaña según nuestras etapas, nuestros momentos. La música da esperanza, amor, alegría, esas emociones tan bonitas y tan primarias, pero tan importantes, universales y necesarias; esas emociones básicas sin las que no podríamos pasar a otras emociones.

Ana Carla Maza
Ana Carla Maza / Oreana Núñez

P.Es interesante lo que dice sobre que la acompaña la música en su camino de vida. Ese camino se inició en Cuba, allí aprendió usted la rumba, la habanera, después en Francia la música clásica, y en medio de eso vivió en España. ¿Qué tiene de este país en su música?

R.De España en mi música tengo mi casa, porque vine con mis padres de adolescente, cuando tenía 12 o 13 años, antes de irme a París a los 16. Fueron muchas horas de estudio, de estar todo el día ensayando, concentrada, y eso fue muy bonito. Puedo sentir mi casa, porque creo que este es de los países que más se acercan a la cultura latinoamericana, con el idioma, el sol. Cuando vengo a España me siento en casa. No solo es importante porque haya sido para mí un lugar de formación, de trabajar, ensayar, tocar, de prepararme para irme a París, sino también por pasar aquí un proceso de aprendizaje personal; fue como una construcción, de pre adolescente a viajar por el mundo a temprana edad, y regresar a España es como conectar con esa adolescente que, aunque sabía que la música era mi único camino de vida, no tenía ni idea de que algún día haría una gira mundial como la de ahora.

P.En Sevilla ya ha estado usted antes. La recuerdo de un concierto en 2022.

R.Estoy muy contenta de regresar. La primera vez no toqué con mi banda, sino en solitario, solo violonchelo y voz en el auditorio de CaixaForum, y no voy a olvidar nunca cómo me recibió el público y cómo al final del concierto todos me dieron unos aplausos por bulerías. Es el único lugar en el mundo en el que he visto un público tan coordinado a la hora de aplaudir.

Mi identidad es un violonchelo sin barreras, una artista sin barreras a la hora de transmitir las emociones"

P.Al jazz, tan presente también en su música, ¿cómo, cuándo y dónde se acercó?

R.Pues me viene de familia, porque mi padre es un jazzman y el jazz siempre ha estado en casa. Cuando digo jazz me refiero a músicas del mundo, tanto del french jazz como de estilos más clásicos, pero realmente vengo de una familia en la que a través de mi padre, compositor, jazzista, escuchábamos músicas que no estaban en la radio. Esos colores de músicos que no se escuchaban en la radio, contrastado con la rumba de la calle, con la música de fiesta del vecino, con las salidas de los viernes, cuando íbamos bailar a discotecas para niños de solo entre 8 y 11 años; todo ese panorama, esos ritmos, diferentes músicas, gozar de ellas, bailar desde niña; todo eso formó parte de mí. Recuerdo que participando en un concierto con la Orquesta Sinfónica en la Philharmonie de Paris me sentía muy contenta de estar ahí, pero sabía que ese no era mi camino, que mi camino era ir más allá y poder contar mi propia historia, encontrar mi identidad como artista, mi identidad musical. Siempre hablamos de identidad como la huella digital, pero cuando escuchas a Nina Simone sabes que es ella, cuando escuchas a Miles Davis sabes que es él; en mi caso mi identidad es estar siempre honrando las raíces del caribe y América Latina.

P.¿Cómo encontró usted ese sonido propio?

R.Primero que nada, el sonido de un instrumento y de la voz se encuentra con muchísimas horas de trabajo. Es como un deportista de alto nivel; el sonido es algo que tienes que trabajar con tu propio cuerpo, muchas horas, mucho tiempo. Y una vez que tienes el sonido, que has trabajado de forma corporal, física y sabes que es tu sonido, lo importante después es poder contar tu historia: la historia que he vivido, que han vivido mis ancestros, mis raíces, quien soy y todas esas músicas de fusiones que me gustan; al final esa es mi identidad, la que sale de mezclar todo eso. Mi identidad es un violonchelo sin barreras, una artista sin barreras a la hora de transmitir las emociones. La técnica nunca estará por encima de la música, sino siempre a su servicio.

P.También es muy interesante eso, porque supongo que componer con el violonchelo implica traspasar algunas barreras, tener una sensibilidad especial.

R.Para componer uso realmente el piano. Compongo en un paseo, en viajes; por ejemplo, todo el disco Caribe lo compuse de viaje en plena gira de los 50 conciertos con el disco anterior, que era Bahía.

P.Ese Bahía lo compuso en Barcelona durante la pandemia, según creo.

R.Exactamente. El confinamiento me pilló residiendo allí. Y Caribe lo compuse durante la gira de Bahía. Recuerdo estar en un viaje a México de diez horas y cuando todo el mundo se ponía a ver las películas en la pantalla del asiento del avión, yo estaba componiendo la partitura. Caribe es mi proyecto como compositora más importante porque fue un reto componer para toda una sección de viento, piano, percusiones, toda una banda completa. Y después, evidentemente, interpretarlo con el violonchelo. Pero son dos procesos diferentes; está el proceso de la composición, de la creatividad, y el proceso de llevarlo a cabo con el violonchelo y tocarlo con ese instrumento que me ha acompañado desde niña, del que me enamoré desde la primera vez, porque lo escuchas y es un instrumento tan bonito, que reacciona tanto con la textura de la voz humana y tiene mucho que ver con ella, que al igual que con la voz expresamos lo que sentimos, también ocurre con el sonido del violonchelo, con cómo resuena con el arco, con el pizzicato, al usarlo con los dedos. Desde pequeñita me formé en este instrumento y en la voz, con mi madre; ahora también en el baile, que es algo que de manera natural forma parte de mi cultura y de mi filosofía de vida, de compartir, porque en Cuba, si vas a una reunión familiar, a una fiesta o a una reunión por cualquier motivo en una esquina, no puede faltar el baile.

Ana Carla Maza
Ana Carla Maza / Oreana Núñez

P.Conectando con lo que me dijo antes sobre la escasez de mujeres, podemos encontrar muchas intérpretes de violonchelo; sin embargo, hay muy pocas compositoras.

R.Exactamente, compositoras hay muy pocas mujeres; hemos tenido menos oportunidades a lo largo de la historia de la música, en los siglos. El tango de Astor Piazzola, por ejemplo, que compuse como homenaje a él, porque sus tangos tienen una estructura diferente a los tangos normales, lo hice porque cuando terminé mis estudios de clásico me dije que algo no me cuadraba. Y era que en más de quince años que llevaba con el repertorio clásico de los concursos, las audiciones, las competencias, porque aquel era un mundo tan competitivo que parecía el de las Olimpiadas, en todo ese repertorio oficial nunca habían propuesto obras escritas por mujeres para violonchelo. Y me dije que me gustaría hacerlo a mí para que la nueva generación de niñas que estudien violonchelo clásico puedan encontrar obras escritas por mujeres.

P.Este componente feminista de su vida supongo que habrá tenido también algo que ver con que haya prescindido de los habituales arreglistas y productores y lo haga usted todo. Incluso tiene su propio sello discográfico.

R.Claro; es importante porque en la música latina y en la industria musical en general, solemos ver a las mujeres cantando y bailando, y con un instrumento solo como intérprete; no tienen ese rol de intelectual, de creativa, pensadora; de mujeres que proponen una obra, un concepto, que tienen créditos en la parte de la creatividad. Y yo siento que la mujer siempre ha aportado su parte creativa, sus ideas, con la diferencia de que no le han dado los créditos que necesitaban. Por ejemplo, en la música clásica, las mujeres de los maestros conocidos eran grandes pianistas, intérpretes y compositoras, pero no se les dio la luz que merecían. Y en mi caso, si soy capaz de tocar a Shostakovich en un conservatorio clásico, ¿cómo no voy a ser capaz de escribir arreglos y producir un disco? La diferencia es que no nos lo imaginamos fácilmente, pensamos que hemos de tener un productor obligatoriamente para que el disco funcione; pero no, nosotras podemos hacer las cosas con amor, con sinceridad y escuchando lo que alguien tiene que decir, sin querer copiar a nadie. Para mí también ha sido importante romper las barreras de la estructura musical que estaban establecidas durante tantos años en el jazz y en la música latina, que tenían que ser así; pues no, la música es como uno la siente y de la manera en que cada artista puede expresarla, según su personalidad y su identidad.

P.Además de la música, hablemos también de la letra. ¿En qué se inspira usted?

R.Las letras son inspiradas por experiencias propias en la vida; soy como una esponja para las experiencias vividas, también para las historias y personas que me encuentro a lo largo de mis viajes. Soy muy curiosa y me encanta compartir momentos con personas de otras culturas: hablo diferentes idiomas y me encantan las lenguas porque me permiten conectar con otras costumbres. Las letras hablan de la filosofía que rige mi vida. Por ejemplo en la canción Las Primaveras hablo de que hay que cumplir primaveras celebrándolo en vez de entristeciéndose; en Caribe hablo de la alegría de vivir en un apagón, de enamorarse del Caribe, del calor humano; todo eso es homenajear tanto los recuerdos como esa filosofía vital que, a pesar de los días difíciles, dice: no pasa nada; he tenido un día malo pero la canción me recuerda que todo va a ir bien.

Ana Carla Maza
Ana Carla Maza / Edu Rosales

P.En su disco se aprecia cumbia, merengue, bossa nova, tango, guayno, habanera, son montuno; ¿qué género le gusta más? ¿qué género es más difícil de interpretar?

R.Cada canción nos aporta una emoción diferente y es un viaje. Disfrutamos tanto la música cubana como las músicas del merengue, el reggae; quizás el guayno nos emociona un poquito más por el recuerdo de nuestros ancestros, de tomar café, de esa alegría de la vida; cada canción tiene su color y al final la vida está llena de colores. Me encanta interpretar la música que tiene groove, porque desde niña cuando algo tiene ritmo me pone contenta, me da vida y ganas de empezar un nuevo día. Los ritmos de América Latina son los que más me gusta gozar y tocar en público.

P.¿Y escuchar? ¿Qué escucha en su casa y cuando va de gira?

R.Escucho de todo. Me encanta toda la música y siempre estoy escuchando música nueva. Voy siguiendo discos nuevos que van saliendo en todas partes del mundo, tengo playlists muy diversas y escucho mucha música de meditación y muchos audiolibros. Tengo muchos libros en papel, pero sobre todo tengo una extensa biblioteca de audiolibros con los que paso mucho tiempo de reflexión y de conectar con mis emociones.

P.¿Se basa en ellos para componer?

R.No, no; creo que es más bien como un aprendizaje. Me gustan los audiolibros porque mientras viajo me puedo adentrar en una historia, o en unas ideas; me encantan las Meditaciones de Marco Aurelio, me encanta la filosofía de Epicteto, la de Lao-Tse, son libros tanto de arte como de espiritualidad y de formación.

Todas tenemos una voz en nuestro interior que nos dice siempre cuál es el camino a tomar, aunque a veces no podemos tomarlo porque la situación no lo permite"

P.Su disco Caribe es como cerrar un círculo que comenzó con La Flor, haciendo canciones que aprendió con su padre; Bahía con sus propias canciones casi desnudas de acompañamiento, solo con el suyo; y ahora con este, exuberante, con percusiones, metales. ¿Cuál es el paso siguiente?

R.Este año vamos a sacar la nueva edición de Caribe Deluxe, con voces regrabadas, nuevos instrumentos, remezclas y materizaciones y pondremos algunas canciones inéditas también. Y seguiremos con esta gira mundial. El año que viene vendrá el nuevo disco, que ya está casi terminado y me genera mucha felicidad.

P.¿Solo felicidad, ansia no? En la canción Cumbia del Tiempo dice usted que el futuro es ansia y el pasado entristece.

R.No, ansia, no; eso quizás el año que viene. La felicidad está aquí en el presente, ahora mismo.

P.En este último disco me llama también la atención la última canción, Diana, diferente de las demás, en otra sintonía. Y diferente en sí misma; tiene dos partes primeras con una atmósfera muy lounge y el tercio final es como las demás canciones que suele hacer. No tengas miedo, es tu vida, no tienes nada que perder, ¿dónde estás?, no desaparezcas, ¿quién es Diana?

R.Diana es una mujer que, como muchas otras en el mundo, ha tenido relaciones difíciles en su vida y no ha podido sacar su voz, la ha tenido escondida ante una pareja tóxica que la maltrata o que la manipula, que no tiene un trabajo que le gusta, pero tiene mucho talento. Y Diana, al final, a pesar de todas las dificultades que le ha puesto la vida ha podido salir adelante; ha podido sacar su voz como mujer, haciendo caso a esa otra voz que durante todo ese tiempo le decía: sal adelante, sal adelante y no tengas miedo. Todas tenemos una voz en nuestro interior que nos dice siempre cuál es el camino a tomar, aunque a veces no podemos tomarlo porque la situación no lo permite. Diana, al final, simplemente se libera y logra reencontrar su rumba, su vitalidad. La canción es la evolución de la historia de esta mujer que, por fin, saca su voz.

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