Andalucía vuelve a convertirse en el pentagrama de los Grammy Latinos con su último concierto en Sevilla con artistas como Manuel Carrasco, Aitana o India Martínez

Estopa, Aitana, Arde Bogotá y Manuel Carrasco homenajean algunas grandes voces de la región como las de Lola Flores, Rocío Jurado y Camarón de la Isla

Los Latin Grammy pasan por Sevilla para celebrar Andalucía

La actuación del artista Manuel Carrasco fue uno de los grandes reclamos de la velada.
La actuación del artista Manuel Carrasco fue uno de los grandes reclamos de la velada. / CARLOS ÁLVAREZ

"Andalucía es un pentagrama en el que se puede escribir la canción de tu vida". Con esta declaración arrancó el actor Antonio Banderas la 24ª edición de los Grammy Latinos, en noviembre de 2023. Esa que se atrevió a salir por primera vez de Estados Unidos para celebrarse en Sevilla. Esa que tuvo los nombres de Shakira, Natalia Lafourcade y Karol G como grandes vencedoras. Esa que vibró con Bizarrap por murgas uruguayas. Esa que se quedó sin aliento con el último capítulo de la historia de amor entre Rosalía y Rauw Alejandro. Un pellizquito de la magia de esa noche regresó ayer a Sevilla con la cita Latin Grammy: Celebra la Música de Andalucía.

Los Latin Grammy pasan por Sevilla para celebrar Andalucía / Rosario García

Este evento no solo homenajeó a algunas de las grandes voces de la región. De Lola Flores a Raphael. De Rocío Jurado a Camarón de la Isla. De Manuel Alejandro a Joaquín Sabina. También marcó el fin, por ahora, de una relación entre la Academia Latina de Grabación y Andalucía que empezó hace ya tres años. Y la mejor manera de despedirse fue unir a 40 artistas de diferentes nacionalidades en un mismo escenario. Ya sabemos que los Grammy, viejos amigos, no saben hacerlo si no es a lo grande.

Un 'flashback' hacia 'Omega' de Morente

La velada empezó, como no podía ser de otro modo, con el maestro Enrique Morente en voz de su hijo Kiki Morente, quien estuvo arropado por el grupo granadino Lagartija Nick -nada menos- para interpretar el clásico Manhattan. Un pequeño flashback hacia 1996, año en el que un álbum, Omega, rompió todos los moldes establecidos. Casi tres décadas después, dos generaciones se subieron a unas tablas engalanadas con claveles rojos y arcos de herradura. La banda de rock granadina, lejos de abandonar, envolvió con fuerza a Rosario La Tremendita quien pisó el escenario como un ciclón para recordar a Lorca, a Morente y a Juan Manuel Cañizares con los versos: "Asesinado por el cielo, entre las formas que van hacia la sierpe y las formas que buscan el cristal, dejaré crecer mis cabellos".

Kiki Morente abrió las actuaciones con un homenaje a su padre.
Kiki Morente abrió las actuaciones con un homenaje a su padre. / Fran Santiago

Y de Morente a La más grande a través otra gigante como Ana Torroja. Como una ola recorrió el patio de butacas en la garganta aterciopelada de la madrileña, quien impregnó esta maravillosa copla con su sello personal. Inconfundible marca de la casa. Recogió el testigo la gaditana Judeline con Lo siento mi amor, porque ¿quién dijo que la Generación Z no puede cantar eso de "Hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo"? Ni trap ni moderneces. Aquí, lo que diga Rocío Jurado.

Estopa y 'Como el agua'

No podía faltar Camarón de la Isla, representado primero en las cuerdas de Yerai Cortés con Nana del Caballo Grande para seguir por el Romance del Emplazado en la voz del onubense Arcángel quien puso el broche de oro, como no podía ser de otro modo, con el clásico universal La leyenda del tiempo. Y si había ganas de Camarón -siempre hay más ganas de Camarón- llegó Estopa para calentar el ambiente con "Mi cuerpo alegre camina, porque de ti llevo la ilusión" de Como el agua.

"Si alguien sabía invocar ese duende del que siempre hablaba Lorca, esa era ella", indicaron Lola Flores y Elena Furiase sobre su abuela, la eterna Faraona, la eterna Lola Flores. Y claro, hubo Pena, penita, pena llevada al escenario por Pastora Soler. Pero también el anhelo -maldito, a veces- de estar "a tu vera, siempre a la verita tuya, hasta que por ti me muera" con una imparable María Terremoto. La artista enlazó la composición de Rafael de León con El lerele, desatando la locura entre los asistentes por zambras.

Estopa interpretó 'Como el Agua'.
Estopa interpretó 'Como el Agua'. / CARLOS ÁLVAREZ

En este viaje por la música de la región -no se pierdan- la cita pasó del legado de estas cuatro leyendas a su historia más reciente. Esa que representan Raphael y Sabina, pero también Vanesa Martín y Manuel Carrasco. Un bloque que arrancó con el clásico Santa Lucía con el mismísimo Miguel Ríos sobre las tablas, arropado por la banda murciana Arde Bogotá. Con una magistral orquesta, las palmas del público y su banda, Ríos tiró de su clásico Al-Ándalus, composición que quedó en un segundo plano cuando apareció la bailaora gaditana Lucía Ruibal.

Uno de los bloques más esperados fue el de Alejandro Sanz. Al menos, así lo indicaban los cientos de móviles grabando a Camilo con Eva Luna. La parejita, acompañada por una guitarra, creo un momento mágico -especialmente para los enamorados, guiño, guiño- con Desde cuando. Dejamos al dúo buscando el firmamento y un millón de auroras para gritarle a esa amiga que "él no te ha visto temblar, esperando" -maldita sea- junto a Joaquina.

Sanz y su Corazón partío dieron paso al maestro de Úbeda. Leiva y Rozalén abrierón -y cerraron- el Capítulo Sabina con una versión acústica de Contigo. Breve y fugaz. Menos mal que el genio estuvo la semana pasada en Noches de La Maestranza. A partir de este punto, los bloques comenzaron a difuminarse y la cosa tornó en algo parecido a una gala de fin de año.

Manuel Carrasco desata la locura

No tardó mucho en salir Niña Pastori, ganadora de cinco Grammy Latinos, de blanco inmaculado para interpretar Hablo Contigo. Recogió el testigo Carmen Linares con los tangos Cambiaste de parecer.

Entre gritos de emoción, le tocó el turno a Manuel Carrasco, uno de los artistas más esperados. De hecho, fue el primero en levantar a los asistentes de sus butacas con El grito del niño, con Pueblo Salvaje, con un improvisado canto contra la guerra en Gaza –bien, Manuel, bien– y con Soy afortunado. De Huelva a Córdoba con India Martínez y su 90 minutos. Y de Córdoba a Málaga con la incombustible Vanesa Martín y su Arráncame. Continuó el recorrido por las ocho provincias para recalar en Almería con su máximo exponente: David Bisbal. Tiró de repertorio clásico. Una apuesta segura con tres ases. Dígale Usted, Ave María –ouh yeah– y –"¿quién se la sabe?"– Bulería.

David Bisbal desató la locura con 'Ave María' y 'Bulería'.
David Bisbal desató la locura con 'Ave María' y 'Bulería'. / Fran Santiago

Ya en la recta final hubo un sentido homenaje por parte de Valeria Castro y del violinista Ara Malikian al compositor Manuel Alejandro -entre los presentes- con Se nos rompió el amor. Y como colofón, dos pesos pesados. Jeanette irrumpió en el escenario con Frente a Frente a la que se sumó -ahora sí- Aitana.

Cuando el telón parecía bajar, apareció de nuevo Vanesa Martín cantando En carne viva, después Rozalén con Como yo te amo y Ana Belén con Mi gran noche. El maestro Raphael no podía caer en el olvido. ¿Pudo ser nuestra gran noche? Desde luego, este fugaz destello de los Grammy lo fue para unos cuantos privilegiados. ¿Hubo misterio? Ni trampa ni cartón. Materia prima andaluza y talento a raudales. No hace falta mucho más.

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