20 años de Mártires del Compás

Digamos que en Sevilla no importa tanto la edad que uno tenga como si nació antes o después de la Exposición Universal del 92. Seguramente sólo asistiendo a la absoluta transformación que se impuso en la ciudad en esos años de locura en los que una mascota en forma de pájaro con cresta daba la mano a los principales líderes mundiales bajo un controlado microclima de 25 grados se puede escribir con el surrealismo y la capacidad analítica con la que lo hace Chico Ocaña. Y, probablemente, fuera necesario sufrir los cortes de agua que en cuanto acabaron los fuegos artificiales impidieron a los sevillanos durante meses darse una ducha por la tarde con 40 grados a la sombra para poder publicar Flamenco Billy, el transgresor álbum con el que se dio a conocer la banda de los Mártires del Compás y que ahora los vuelve a reunir tras ocho años de silencio en la gira Hola y adiós, con la que conmemoran el 20 aniversario de su publicación, "con más canas, más arrugas y más contradicciones", confiesa el creador del proyecto.

Así, con su formación inicial con Rocío Vázquez la Martiresa, Jesús Díaz al bajo, Manuel Soto (Noly) a la guitarra flamenca, Julio Revilla guitarra eléctrica, Alberto Álvarez al cajón billy y Chico Ocaña al cante volverán a subirse juntos a un escenario el próximo sábado día 13 en la segunda jornada del Festival Territorios -que arranca la víspera en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC)- para demostrar que sus letras y el estilo propio que bautizaron aún no han sido superados en frescura dos décadas después. Es decir, en palabras de Ocaña este regreso sin opción a mantenerse en el tiempo es una merecida "despedida honrada" que no tiene más pretensión que la de celebrar el mítico disco que revolucionó a base de flamenco, funk, rock, jazz y ritmos africanos el panorama musical de la época. "Mártires es el único grupo que dio un vuelco a lo que se hacía en el Sur y que impuso una nueva forma de decir las cosas" en la que entraba hablar de esa Sevilla "neocateta y carca que no me gustaba ni entonces ni ahora", resalta Ocaña.

Desde la portada en la que la cara de un cristo se sobreponía a la de un payaso, a las irreverentes sevillanas de Yo no voy al Rocío… el Tiriti-Rap o la crítica social y satírica de Cómo quieres que Oremus sino comemus, este Flamenco Billy rompía los cánones ganándose todo tipo de enemigos, mientras que años después "han tenido que tragar con los Mártires", destaca el compositor. Todo porque antes de la contaminación de la fusión y de ese flamenco en diminutivo que Ocaña admite "no soportar", el grupo ya abanderaba una propuesta "honrada y honesta" que se mantenía al margen de las etiquetas y la mercadotecnia y que abría un camino a un flamenco "cuyos textos hasta entonces se limitaban a letras machistas que para nada habían evolucionado en lo social".

En otras palabras, se puede decir que Mártires del Compás trajo el flamenco independiente antes de que éste llegara a ser mainstream. Y, quizás por eso, las canciones del grupo han sobrevivido gracias a unas "letras que no tienen caducidad; que hablan del presente inmediato pero que, como los camaleones, cambian de color según donde caigan", explica Ocaña. Es decir, según este "intelectual del flamenco", como él mismo se define, Mártires continúa conectando tanto con el público porque habla de las situaciones sociales y reales y lo hace desde la verdad.

Por tanto, la cita en el festival sevillano que se celebra en el CAAC es una oportunidad de revivir un tiempo en el que "no había egoísmo ni soberbia", de "decir lo que pienso" y de disfrutar de una música viva, "en una hora muy mártir, las 21 horas".

Mártires del Compás en Territorios Sevilla 2015. Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. Sábado 13 de junio a las 21:00 encabezando el cartel de la segunda y última jornada del festival junto a otros grupos como Calle 13, The Ting Tings, Bomba Estéreo, Ilegales...