Aunque el trono de la novela negra tiene nombre de mujer, Agatha Christie, quien cumplió con la paridad con Poirot y Miss Marple, durante años ha sido un género dominado por voces masculinas e investigadores solitarios, algo rudos, con una vida personal desastrosa y frustrados, desde nuestro Pepe Carvalho creado por Manuel Vázquez Montalbán a los detectives Montalbano o Wallander de Andrea Camilleri y Henning Mankell respectivamente. Lorenzo Silva, pregonero de la Feria del Libro de Tomares clausurada este domingo, dio un primer paso al hacer protagonistas a un cuerpo tan patrio como la Guardia Civil, con la pareja Bevilacquia-Chamorro, pero aún es él el superior. La nómina de autoras que han pasado por la feria de Tomares, dedicada a este género, demuestra que las cosas han cambiado. Alicia Giménez-Barlett, que presentó el último caso de Petra Delicado Sin muertos (Destino), abrió el camino, pero hay futuro, como demuestra la sevillana Susana Martín Gijón, cuya jefa de homicidios Camino Vargas vuelve con Especie (Alfaguara) tras estrenarse con Progenie, y para quien tras décadas de "autores de novela negra mayoritariamente masculinos y con una visión masculina, ahora se está abriendo mucho el arco y enriquece que haya autoras y que el protagonista no sea siempre el tipo duro a lo Humphrey Bogart".

Para Martín Gijón, la presencia de inspectoras o forenses no es más que la consecuencia lógica de que "las mujeres queremos participar en todos los ámbitos y eso se tiene que reflejar también en la ficción". En su caso, le interesa la novela negra como "novela social" para adentrarse en problemas actuales, "no sólo el crimen como en los años 60". De hecho, confiesa que suele pensar primero el tema del que quiere hablar, la maternidad y el mundo de las clínicas de reproducción asistida en el caso de Progenie y el maltrato animal y el veganismo en el de Especie.

"La novela negra es un buen vehículo para la denuncia social porque el mundo de los bajos fondos y el delito da pie a ahondar en problemas de la realidad social que a mí me interesan", explicó en una conversación con la jovencísima autora madrileña Nagore Suárez, que tras hacerse viral con sus hilos de Twitter publica su primer libro, La música de los huesos (Ediciones B).

Ambas se iniciaron en la lectura de la mano de Agatha Christie y fue la culpable de su atracción por el género. A Suárez le gusta componer "un puzle" al escribir y "jugar" con el lector. También aplaude que cada vez más haya más autoras y protagonistas femeninas de novela negra y le molesta que le pregunten si por ello "son libros dirigidos más a las mujeres, no creo que eso se lo pregunten a los hombres". "Es muy rancio eso", apuntilla Martín Gijón.

El fenómeno de autores que llegan a publicar tras hacerse virales en las redes sociales es un hecho. En Tomares, junto a la todopoderosa María Dueñas –con el primer acto de presentación de Sira (Planeta), recién salida del horno–, las colas más largas para firmar se formaron con las youtubers Carlota Moon y Rebeca Stones junto a la tiktoker Sofía Surfess.

“Ahora se está abriendo el arco, y enriquece que el protagonista no sea siempre el tipo duro”, celebra Susana Martín Gijón

Pero las redes también sirven a escritoras consagradas como Care Santos, en su caso para lograr material de primera mano para Seguiré tus pasos, una novela que lleva un año literalmente confinada en los almacenes de la editorial Destino por la pandemia, ya que estaba previsto su lanzamiento el 17 de marzo de 2020. Durante su presentación en la última jornada de la feria, Santos apuntó que para documentarse sobre el día en el que las tropas de Franco entraron en Barcelona (26 de enero de 1939) hizo "un llamamiento en todas mis redes sociales buscando personas que conservaran memoria de ese día". "Me contestaron muchas e hice 14 entrevistas a personas muy mayores pero con una memoria portentosamente joven que recordaban muchos detalles que a mí me alimentaron, es material de primera mano y fue muy emocionante", relató.

Santos tenía desde hace tiempo interés en bucear en lo que ocurrió ese día pero Seguiré tus pasos no es una obra de la Guerra Civil. Su protagonista, la misma Reina de su anterior novela Todo el bien y todo el mal, llega a ese día buceando en el pasado de su padre a raíz de que alguien pretenda abrir su tumba en Conques, en el Pirineo de Lleida, 44 años después de su muerte en extrañas circunstancias. "Me interesa el debate sobre la memoria y el olvido. Una de mis grandes motivaciones para escribir es de qué manera el pasado nos condiciona, incluso el que no conozco, qué queda en mí de los que murieron antes", señaló.La protagonista es una mujer fuerte, profesional liberal, independiente económicamente, "un poco prepotente de esa manera que durante muchos años han adoptado los hombres y que en el anterior libro le pasa algo y se desmorona. Aquí está en reconstrucción, reconstruyendo los pasos de su padre, porque lo necesita, se reconstruye ella", relató la autora catalana, para quien el ritmo del thriller es clave porque "si algo tengo todo el tiempo en la cabeza cuando escribo es la consigna de no aburras".