LA calle rotulada con el nombre de Joaquín Romero Murube (1904-1969), que une las plazas del Triunfo y de la Alianza, fue posible con el derribo de varios edificios que ocupaban el espacio de la vía pública actual y ocultaban el lienzo de muralla palatina ahora exento. Aunque la propuesta de ensanche fue presentada en 1942, no fue realidad hasta finales de los años cincuenta del pasado siglo, y en los primeros años sesenta (1961) se rotuló con el nombre de Alcazaba poco después de las obras de explanación. Entonces se derribaron las casas número 4 de la plaza del Triunfo, que puede verse en la fotografía en varias etapas, y las números 1 y 2 de la plaza de la Alianza y números 18 y 20 de la calle Rodrigo Caro. Con el nombre de Alcazaba se mantuvo hasta 1969, cuando al morir el poeta Joaquín Romero Murube, director conservador del Real Alcázar, se cambió el nombre en su honor.

Las imágenes retrospectivas ofrecen tres perspectivas del enclave antes del ensanche. El dibujo de Richard Ford, realizado entre 1830-1833, permite conocer tanto el edificio que se alzaba en la zona de la actual calle como la morfología arquitectónica y urbana de la plaza del Triunfo en ese sector junto a la puerta del Patio de Banderas. Vemos las casitas adosadas a la muralla, ahora exenta. La imagen de principios del siglo XX, pero posterior a 1918 como indica la existencia del monumento a la Inmaculada, incluye los edificios anexos al palacio de la Diputación, antes de ser ampliado por la derecha. Y la siguiente imagen aérea permite conocer el último edificio que llegó hasta finales de los años cincuenta de la pasada centuria, y la curiosa morfología elíptica del andén de la plaza. Por último, el fragmento de la fotografía aérea (Desde el cielo a Sevilla, Publicaciones Comunitarias, 2000), ofrece una perspectiva general de la plaza del Triunfo con la calle Joaquín Romero Murube actual.

El monumento en honor de la Inmaculada Concepción que se alza en la plaza del Triunfo, fue promovido en 1900 por el "arzobispo de los pobres", hoy beato Marcelo Spínola y Maestre (1835-1906), y bendecido el 8 de diciembre de 1918 por el cardenal arzobispo Enrique Almaraz y Santos La escultura es de Lorenzo Coullaut Valera (Marchena, Sevilla, 1876-La Granja de San Ildefonso, Segovia, 1932), y el proyecto del basamento -de forma poligonal, con columna jónica neoclásica-, del arquitecto José Espiau y Muñoz (Sevilla, 1884-1938). En los cuatro frentes del monumento están representados Juan de Pineda, Murillo, Martínez Montañés y Miguel Cid.