La cantera garantiza el futuro de la música antigua en la ciudad

Florencio Arteaga estudia tercero de violonchelo en el Conservatorio Superior de Sevilla. Es uno de los alumnos aventajados que anoche ofreció -como clausura de la Academia Barroca del Femás- su primer concierto profesional dirigido por una de las leyendas del violín barroco italiano: Enrico Onofri. "He seguido su trayectoria como solista de Il Giardino Armonico durante años y es muy emocionante actuar bajo su batuta", celebraba horas antes de su debut en la sala Joaquín Turina, donde interpretó obras de Corelli, Haendel o Lully.

"El violonchelo se toca ahora de forma totalmente distinta a como se hacía en el Barroco y Onofri ha trabajado muy bien con nosotros", explicaba otro estudiante rodeado por una decena de compañeros que enfundaban en sus estuches violas, violines, chelos y tiorbas.

Para todos ellos, este programa pedagógico supone mucho más que 50 horas, cinco créditos y un diploma oficial del Conservatorio: podría ser el inicio de un proyecto equivalente a lo que representan la Orquesta Joven de Andalucía (OJA), la JONDE o la Academia de la Fundación Barenboim-Said en el ámbito de la música sinfónica y de las Tres Culturas. "Sería preciso que alguna Consejería se implicara en el proyecto pero la de Educación no parece estar por la labor. En el Conservatorio llevamos meses pidiendo un auditorio para ensayar y actuar y nadie hace caso", incide Florencio Arteaga.

La Academia Barroca del Femás ha sido la gran apuesta por la cantera del certamen hispalense que dirige Fahmi Alqhai. De él partió la invitación a los profesores de la Orquesta Barroca de Sevilla (OBS) para organizar un concierto pedagógico con garantía de calidad en el Femás. Y la unión ha hecho la fuerza: el Conservatorio aportó el clavicordio y dio validez académica al proyecto, el Femás puso 4.500 euros, la empresa Tecnifrio Sevilla 2.500 más, Cajasol cedió la sala Joaquín Turina y la OBS puso 1000 euros además de coordinar y aportar el profesorado, "pues los primeros atriles son miembros de la formación para garantizar el nivel de cada una de las cuerdas", detalla Ventura Rico.

Para este intérprete y fundador de la OBS, "un proyecto de esta calidad es impensable ahora mismo en Bilbao, Madrid o Valencia. Andalucía podría prestigiarse a través de actividades como ésta y tal vez a las consejerías de Presidencia o Cultura les interese una aventura que garantiza a medio plazo el relevo generacional en el ámbito de la interpretación histórica. Sería maravilloso que la Academia del Femás tuviera continuidad".