La tercera entrega que Diario de Sevilla les ofrece de la colección discográfica Serrat Personal es La paloma, el que fue su primer LP en castellano. Una docena de canciones que le reportaron un gran éxito en 1969 y le garantizaron el interés de las compañías de discos por sus posibilidades como autor e intérprete.

En el libreto incluido dentro del estuche donde va el disco que usted puede conseguir mañana en los quioscos, Serrat recuerda que el citado álbum se grabó en Milán en sólo cinco días. "Pese al frío y la llovizna de Milán, siempre tenía la oportunidad de sentarme en la Galleria Vittorio Emmanuelle, que se encuentra junto a la plaza del Duomo. Europa se leía en el fondo de una taza de café, en la libertad de los muros y en el debate libre de las ideas sin ningún temor, sin tener que bajar la voz al hablar de ello".

La mitad de las canciones que fueron incluidas en el LP ya habían sido lanzadas como singles. En el seno del movimiento musical Els Setze Jutges se vertieron acusaciones contra Serrat, acusándolo de abandonar la canción en catalán para buscar un mercado más amplio en castellano y ganar más dinero. De ahí que, desde entonces, Serrat fuera alternando la publicación de discos en ambas lenguas y se convirtiera en el cantautor bilingüe por antonomasia.

Del poema La paloma, de Rafael Alberti, ya existían versiones musicadas. Serrat utilizó la música de Carlos Guastavino y la adapación de Sergio Endrigo para acertar de pleno a la hora de triunfar con la metáfora del error y con los versos del poeta, que por entonces estaba viviendo el exilio en Roma por su oposición al franquismo.

Más impacto tuvo aún entre muchos jóvenes, en aquella España de 1969, la canción Poco antes de que den las diez, sobre las relaciones sexuales de los novios y la vuelta a casa, cada uno por su lado, para no transgredir el toque de queda paterno. La crítica a las costumbres trasnochadas y a las hipocresías sociales es uno de los filones esenciales en la temática de Serrat.

Pocas historias como la de Penélope han emocionado más a los admiradores del cantante. Muy bien tramada por los arreglos musicales de Augusto Algueró, la joven con su bolso de piel marrón, y sus zapatos de tacón, y su vestido de domingo, forma parte de la crónica sentimental de España, que en el último medio siglo suena con ésta y con otras canciones de Serrat.