Drama, EEUU, 2014, 101 min. Dirección y guión: Richard Glatzer y Wash Westmoreland (guión basado en la novela de Lisa Genova). Fotografía: Denis Lenoir. Música: Ilan Eshkeri. Intérpretes: Julianne Moore, Alec Baldwin, Kristen Stewart, Kate Bosworth. Cines: Arcos, Avenida, Cinesur Nervión Plaza.

Wash Westmoreland y Richard Glatzer son realizadores cinematográficos que nunca han logrado sobrepasar el estilo plano de los telefilmes. Gustan de temas humanos -el romance con un actor del porno gay, el embarazo de una adolescente latina expulsada de su casa, los amores de un otoñal Errol Flynn con una menor- que den que pensar y sentir, pero no mucho. Temas a veces interesantes sobre los que su cortedad creativa pasa como una apisonadora, aplanándolos. Es el caso de este drama de una brillante profesora atacada por el alzhéimer, que no pasaría de telefilme de sobremesa con enfermedad si no fuera por la gran interpretación de Julianne Moore. A lo mejor la actriz obtiene el Oscar por él. Sería justo porque nada más sacará de esta discreta película a cambio de tan intenso esfuerzo interpretativo. Hay que agradecer a los directores su contención, su huida del efectismo melodramático y, sobre todo, su dirección de Julianne Moore (el trabajo interpretativo nunca es tarea solitaria del actor). Pero hay que reprocharles que todo lo confíen a este extraordinario recital dramático. Julianne Moore les demuestra que se puede ser sobrio y contenido sin por ello ser plano. Pero los directores no parecen haberse percatado.

Mezclando lo personal con lo profesional podría pensarse que un director afectado por una severa enfermedad que le ha privado del habla y progresivamente de la movilidad -Glatzer, casado con Westmoreland, padece Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)- debía haber ahondado más en su guión en la disolución del yo y en la progresiva incomunicación consigo mismo y el entorno. Lejos de ello todo se sentimentaliza y se confía a la interpretación de Moore, descuidándose incluso el entorno con personajes tan tópicos como el interpretado por Kristen Stewart. Por ello, de las cuatro estrellas, tres son para Juliane Morre y una para todos los demás.