A lo largo de una extensa trayectoria en la que los títulos publicados superan la cincuentena, el catedrático Fernando García de Cortázar fue observando un cambio en la sensibilidad de los lectores y entendiendo la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos. "¿Por qué no contar la Historia a través de un cómic?", se preguntó este autor acostumbrado a divulgar episodios del pasado de una manera atractiva para el público. Con este enfoque nació Historia Ilustrada de España (Editorial Medialive), un proyecto con el que el investigador bilbaíno recorre ahora la evolución de la Península Ibérica desde los primeros colonizadores que desembarcaron en Cádiz hasta el renacimiento intelectual de España en el siglo XVIII.

Mientras la prosa de García de Cortázar va describiendo diferentes pasajes como la presencia romana, las invasiones bárbaras, la reconquista o la decadencia del imperio español, textos que se acompañan del "verismo extraordinario" con que los pintores reprodujeron su entorno, el libro presenta en el formato del cómic -en el que han colaborado el guionista Quim Pérez, el dibujante Jesús Redondo, y al que han puesto color Julio y Alejandro Torres- cuatro fragmentos del pasado hispánico: la leyenda del Cid, las condenas de la Inquisición, el Nuevo Mundo narrado desde su descubrimiento hasta la independencia de los diferentes territorios, y la expulsión de los jesuitas en 1767, un capítulo representativo -según García de Cortázar- de un país donde "se han sucedido los exilios intelectuales".

Para el historiador, la figura del Cid, en la que confluyen la realidad y la leyenda, es un ejemplo de la intencionalidad con la que se rescatan los orígenes desde el poder, una adulteración que se sigue produciendo. "No hay más que ver los Estatutos de Autonomía para comprobar cómo se manipula la Historia, cómo se presenta a personajes del siglo XIX con sentimientos propios del siglo XXI. Se cometen muchos anacronismos con estos personajes, y el del País Vasco es un caso clarísimo", denuncia el experto.

García de Cortázar, ganador del Premio Nacional de Historia en 2008 por Historia de España desde el arte, trabaja actualmente en un libro que se sirve de clásicos de la literatura para ilustrar las transformaciones que fue experimentando el país. Su propósito, resume, es "que cada capítulo de la Historia de España se entienda mejor a través de una obra literaria". Convencido de que la Historia es "la ciencia del cambio", el especialista sigue buscando así otros métodos para relatar el pasado.