María Peláe en Sevilla: "La obra de Lorca es eterna y a los artistas nos queda refrescarla para que siga siéndolo"

TEATRO

La artista malagueña debutará como actriz en la obra 'Lorca por Saura', que llegará al Cartuja Center el viernes

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María Peláe.
María Peláe.

No hay dudas de que es una artista todoterreno. Tampoco las hay sobre su valentía, en todos los sentidos. María Peláe (Málaga, 1990) finalizó 2023 lanzando su tercer álbum, que lleva por título Al baño María. De este disco salió la canción Remitente, con la que defenderá su candidatura en Benidorm Fest para competir en Eurovisión el próximo mayo. Un certamen que tendría que compaginar con su nueva gira, que ya está planeando con objeto de dar una vuelta de tuerca a lo que ya ha realizado sobre el escenario en anteriores ocasiones. Para rizar el rizo, la intérprete debuta el viernes como actriz en el Cartuja Center como protagonista de Lorca por Saura. Una obra que ideó el genio Carlos Saura antes de fallecer y que recorre la vida del maestro granadino a través de su poesía, sus vivencias y su arte.

–En unos días recoge el testigo de India Martínez y debuta como actriz en Lorca por Saura, ¿cómo ha llegado a esta obra?

–¿Cómo he terminado en este berenjenal, no? (Risas) Pues con muchísima alegría. Como bien has dicho, el año pasado lo hizo India con todo lo que conlleva. Me lo propusieron después y en ese momento me dio mucho respeto, pero ya lo hemos metido en vereda con Alberto Amarilla y Saturna Barrio –el resto de actores– y hay que echarle papas. Mas aún cuando te dan la oportunidad de hacer algo tan bonito.

–¿Cómo es meterse en la piel del genio granadino?

–Ayuda mucho la obra en sí. Tenemos una idea de Lorca a través de sus escritos, pero no sobre su vida al completo. He podido descubrirlo desde la niñez, pasando por todos los viajes que hizo o los artistas con los que convivió. Me ha gustado mucho conocer al Federico más alegre y ahí me he ido agarrando, porque cuando he hecho teatro ha sido improvisación y humor. Lo bonito de Lorca por Saura es que te hace pasar por todo el viaje de su vida. Lo estoy tomando como un descubrir quién era.

–¿Por qué cree que Saura quiso que Lorca fuera una mujer?

–La genialidad de Saura lleva también el romperte la cabeza en algunos momentos. Salir al escenario y que Lorca sea una mujer tiene mucho de significativo respecto a la manera de vivir de Federico o su forma de escribir sobre los oprimidos. Es muy valioso para mí, como mujer y como persona que pertenece al colectivo, el tener en mi boca ciertas obras que voy recitar. La verdad es que en esta obra me falta hacer un potaje, porque hago un poco de todo. Recito, canto, bailo, interpreto y si llega a durar 10 minutos más, lo mismo empapelo el cuarto de baño.

–¿Cómo es el montaje de Saura?

–El montaje se ha hecho con todas las notas de Saura tal cual se quedaron y además ha contado con la supervisión de su hija, a la que tuve la oportunidad de conocer hace poco en el ensayo general. Fue muy agradable y salió muy contenta. En esta versión se ha hecho alguna modificación para rendirle homenaje.

–¿Cree que a través de figuras como la suya se puede atraer a los jóvenes a ese patrimonio musical y poético que tenemos?

–Todo lo que sea volver a lo de atrás para recuperar lo bueno, pues bueno es. En el caso de Lorca es así. Es normal que por generaciones la gente joven no lo tenga tan presente, aunque en el colegio deberían hacer más hincapié en unas cosas respecto a otras. Desde la parte artística, es maravilloso tener su obra para mostrarla y reinterpretarla, porque va pasando el tiempo y te das cuenta de que escribió poemas que tienen un enorme sentido ahora con el paradigma social que tenemos. Su obra es eterna y a los artistas nos queda refrescarla para que lo siga siendo.

–Acaba de lanzar su último álbum que lleva el nombre de Al baño María, ¿cómo ha ensamblado tantos sonidos en un solo álbum?

–No es nada nuevo que cada canción tenga el vestido que le quede mejor. No es estilo, es el artista. Tanto en La Folcrónica como en Al baño María hemos intentado que todo tenga cabida y que el arte no tenga límites. Que no tengamos que ceñirnos por estar en una lista de reproducción concreta. Creo que por eso Spotify está loco conmigo.

–Ambos discos comparten las letras con mensaje, ¿de verdad le han dicho alguna vez que no valía?

–A veces me lo han dicho y a veces me lo han dejado caer, pero creo que como a todos. En Letra Menúa en vez de tomarlo como un drama, pues ha sido como un ahora te vas a enterar.

"A veces me han dicho que no valía y a veces me lo han dejado caer, pero creo que como a todos"

–Anunció una gira de este disco en primavera, no para.

–He visto el calendario de enero y ojalá se pudiera hacer un moonwalk a noviembre. Son muchas cosas a la vez, pero todas muy bonitas. Abrazo todos los proyectos. Lorca por Saura que estrenamos este fin de semana, el Benidorm Fest y en abril empezamos gira, ¿por qué no?

–¿Cómo va en la carrera hacia Eurovisión?

–Pues me acaban de llegar otro par de cajas de tila y por ahora contenta. Los ensayos van en la línea de lo que teníamos pensado, me alegra que la canción haya llegado a tanta gente y es un honor que la hayan recibido con sentido y con la mano en el pecho. Ahora vamos al siguiente nivel, a dar candela, porque la puesta en escena y el directo para mí es fundamental.

–Ha defendido el flamenco en esta edición del Benidorm Fest, pero otras músicas minoritarias nunca lo han necesitado. ¿Por qué cree que ha tenido que hacer esta reivindicación?

–Hay un cinismo general en el que, como el año pasado no quedó como se esperaba, pues se culpó a todo un género. Eso me hizo ver todas las connotaciones alrededor del flamenco y como lo usamos cuando nos interesa, porque vienen los Grammy y ponemos lunares por todos lados y a los mejores cantaores. Yo soy flamenca pero no cantaora. Aquí lo que estamos viendo es una rabia enconada hacia un estilo, porque nunca se ha culpado al folk, al pop o a las baladas. Es partir de una lucha absurda cuando lo que vamos a ver es si te emociona o no te emociona.

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