Cultura

Un mecenas generoso "como no hay otro en España" llamado Bellver

  • Enrique Valdivieso, autor del catálogo sobre la colección pictórica del empresario de origen bilbaíno, elogia este regalo a Sevilla "sin precedentes" · En Navidad estará listo el estudio y la clasificación de estas obras

 "No hay precedentes en la historia de España de una donación de obras pictóricas tan importante en número y calidad". Así califica el catedrático de Historia del Arte Enrique Valdivieso el gesto que el coleccionista Mariano Bellver ha tenido con la ciudad de Sevilla, un regalo que, en primera instancia, se iba a materializar en una exposición que abriera el próximo curso del Museo de Bellas Artes de Sevilla y que, sin embargo, se está encontrando con numerosas trabas en el camino.

La Junta de Andalucía ha informado recientemente al empresario de origen bilbaíno (llegó a Sevilla con 12 años) que "no hay dinero" para montar la muestra de sus fondos para octubre, retrasando la cita, según declaró Bellver a Diario de Sevilla, al primer trimestre de 2011. "Está desasosegado porque es un hombre mayor y ve que el tiempo se está echando encima. Aunque naturalmente lo administrativo es muy complejo, un regalo como éste hay que cogerlo con entusiasmo y no poniendo trabas", opina Valdivieso, autor del catálogo sobre los fondos pictóricos de un coleccionista que ha pasado gran parte de sus 84 años en adquirir algunos de los más bellos ejemplos de pintura costumbrista y romántica del XIX y principios del XX. 

 

Pocas personas como Enrique Valdivieso conocen tan en profundidad una colección atesorada con celo en el número 5 de la plaza del Museo, a cuyo estudio y clasificación se está dedicando actualmente el profesor de la Hispalense mientras Pedro Feria trabaja en la realización de las fotografías que ilustrarán el catálogo que personalmente ha encargado el octogenario mecenas y que estará listo en Navidad. El legado artístico de Mariano Bellver está integrado, según explica el catedrático, por unas 350 obras, "de ellas, aproximadamente, hay 300 del siglo XIX, con una perfecta relación entre sí, entre las que se encuentran ejemplos de la escuela de Granada, de la de Málaga así como de la madrileña; pero el núcleo fundamental corresponde a pinturas de maestros sevillanos, muchos de los cuales han escrito páginas pictóricas de mucha calidad". El resto de obras que no entran en esta clasificación temporal corresponden a piezas de carácter religioso del siglo XVII y XVIII que "en tiempos pasados fueron de devoción, relativamente bien hechas, pero no exponibles en una ciudad como ésta, con un museo lleno de lienzos de Zurbarán, Murillo, Valdés Leal o Pacheco". 

 

De entre los cuadros costumbristas del XIX cabe destacar, según el catedrático, un espectacular lienzo de José Marcelo Contreras -que representaría la caída de Murillo del andamio donde pintaba los cuadros para los capuchinos de Cádiz- así como obras de García Ramos y García Rodríguez, entre otros artistas. "Se trata de un grupo de pinturas que, en su día, bien expuestas podrán ser un magnífico complemento a la oferta pictórica del Museo de Bellas Artes de Sevilla, cuyos fondos carecen en número e importancia de ejemplos de pintura de carácter romántico". Según la visión del catedrático, si hay algunas pinturas que "no tienen mucho mérito artístico, por no deberse a  pintores excepcionales, sí lo tienen en lo social, pues recogen un repertorio de escenas que narran la vida de Sevilla ya perdida".

 

Más allá de la homegeneidad de la colección, lo que se debe valorar, según apunta, es el regalo sin precedentes que recibe la ciudad de Sevilla, gesto por el que Mariano Bellver fue distinguido el pasado abril con la Medalla de la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, el primero de los reconocimientos oficiales por esta histórica, y complicada, donación. "Aunque va a ser laboriosa su gestión, se trata de una oferta sin precedentes en la historia de este país,  ya que nunca un particular había ofrecido un conjunto de obras de semejante tamaño. Mientras que en los Estados Unidos, por ejemplo, abundan los casos de magnates o banqueros que han regalado al Estado magníficas colecciones, en España son rarísimos, hay -indica- una tacañería a ofrecer al Estado piezas que vayan a ser luego de disfrute general. Cuando han entrado obras de arte de particulares al patrimonio de la Junta o del Estado -señala- ha sido en régimen de dación de impuestos, pero no gratis como en este caso".

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