Cultura

La milonga porteña entra en el Teatro Lope de Vega

  • La coreógrafa Alejandra Sabena estrena su espectáculo 'Tango soy', con una treintena de bailes

El Lope de Vega acoge este fin de semana dos funciones del espectáculo Tango mío, un proyecto de la coreógrafa, bailarina y profesora argentina Alejandra Sabena, afincada en Sevilla desde el año 2000. El espectáculo, coproducido por el teatro, consistirá en un amplio catálogo de estilos, desde el "tango vanguardista" al antiguo, pasando por una "pequeña fusión con la danza árabe", unidos por un texto que recitará la actriz Valeria Sabena, hilo narrativo del montaje y repaso didáctico de la historia de esta tradición a un tiempo.

En el montaje, con casi una treintena de números, participan once bailarines, entre ellos la propia Alejandra Sabena, sus compatriotas Diego Escobar y Angi Staudinger y el sevillano Juan Manuel Nieto. Todos ellos son amigos, lo que, según prometen, se notará sobre las tablas, e intentarán transmitir al público, que ya ha agotado las localidades para la primera noche, la pasión por un baile "íntimo, basado en el contacto, algo que se pierde en otras disciplinas, y en la relación de pareja". El espectáculo es además una pequeña historia "sobre el romance que mantiene el tango con Buenos Aires y sobre el amor de Buenos Aires por el tango".

Para Carmen Estellés, autora del texto de la obra, el tango es "la primera cita ruborosa con la novia del barrio", "el abuelo italiano que contaba siempre las mismas historias", "la angustia de un amor fracasado", "el partir y el recordar". Sabena, convencida de la dimensión universal de esta tradición, agradeció a Antonio Álamo, director del Lope de Vega, su comprensión, pues normalmente, dijo la coreógrafa y bailarina, los teatros españoles "rechazan el tango por no ser de aquí o por no ser flamenco".

La noche del sábado, tras la función, el vecino Casino de la Exposición, un "lugar mágico, romántico, que parece construido para bailar tango", según Sabena, será el escenario de una milonga, entendida no como una rama de este baile, sino como una concentración de aficionados a esta danza. Profesionales y espectadores podrán bailar e intercambiar impresiones, pues entonces serán "todos iguales", dice Escobar, amigo suyo desde la adolescencia en la Córdoba argentina, donde él se inició con ella, su primera pareja de baile, en esta pasión hasta que la vida, recordó ayer, los "fue separando".

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