Monet en Instagram

Los colores del tiempo | Crítica

Suzanne Lindon en una imagen del filme de Klapisch.
Suzanne Lindon en una imagen del filme de Klapisch.

La ficha

** 'Los colores del tiempo'. Drama, Francia, 2025, 124 min. Dirección: Cédric Klapisch. Guion: Cédric Klapisch, Santiago Amigorena. Fotografía: Alexis Kavyrchine. Música: ROB. Intérpretes: Suzanne Lindon, Abraham Wapler, Julia Platon, Vincent Macaigne, Zinedine Soualem, Sara Giraudeau.

En cierta forma, esta película ya estaba contada y hecha de mejor manera en aquella Las horas del verano, de Olivier Assayas, que reunía a los miembros de una familia dispersa y numerosa a la hora de repartir la herencia, confrontar identidades, revelar las raíces comunes y espantar los fantasmas de la memoria.

Al veterano Cédric Klapisch (Una casa de locos, París, Tan cerca, tan lejos) le interesa empero un enfoque más epidérmico y un mecanismo más vistoso, haciendo dialogar ese presente de los herederos reencontrados en el presente con la Francia rural y el París finisecular (estamos en torno a 1895) donde el cine aún no existía y la fotografía amenazaba a la pintura impresionista por entonces en boga. Es precisamente un cuadro posiblemente atribuido a Monet el que activa el relato de ida y vuelta entre tiempos en una pesquisa familiar que tiene tanto de mecanismo previsible como de ilustración de época y costumbres, más peso en su superficie de reconstrucción que verdadera chicha emocional en las paulatinas revelaciones sobre los personajes o el origen de los vínculos, los amores verdaderos y demás asuntos afectivos a uno y otro lado del siglo (XX).

Si en su retrato del presente Klapisch se queda siempre algo corto en los estereotipos de su grupo de primos, que van del ecologismo chic al universo banal de los contenidos digitales, el mundo finisecular tampoco trasciende más allá de los tópicos sobre el arte, el proto-feminismo y la vida bohemia que permiten un confortable recorrido por el pasado guiado por la dirección artística y los trampantojos urbanos. Hay incluso espacio para un viaje lisérgico, ayahuasca mediante, que comunica pasado y presente en una secuencia algo sonrojante del tipo meet your idols, clave mágica para resolver el pequeño misterio de un filme que, a la postre, celebra valores tradicionales y conservadores desde una época que se caracterizó precisamente por lo contrario.

stats