Los nuevos tiempos se alían con Lori Meyers

La banda granadina presenta esta noche en la sala Industrial Copera 'Cuando el destino nos alcance', su cuarto álbuml Lori Meyers protagoniza esta noche la Jack Session en la sala Industrial Copera junto a Montevideo, Toulouse y dj Jeff Automatic. A partir de las 21.00 horas. Entradas: 7 euros.

1. Noni y Alejandro ensayando acordes junto a Sebastian Krys. 2. La banda, al completo, durante una de las sesiones de grabación en Los Ángeles. 3. Alejandro, después de aclararse la voz para entrar a grabar las canciones. 4. Los seis pistoleros de Lori Meyers, con la meca del cine a sus espaldas.
1. Noni y Alejandro ensayando acordes junto a Sebastian Krys. 2. La banda, al completo, durante una de las sesiones de grabación en Los Ángeles. 3. Alejandro, después de aclararse la voz para entrar a grabar las canciones. 4. Los seis pistoleros de Lori Meyers, con la meca del cine a sus espaldas.
Blanca Durán / Granada

21 de mayo 2010 - 05:00

Lori Meyers. Universal Music, 2010.

Es más que posible que si alguien le hubiese dado para escuchar Cuando el destino nos alcance (Universal Music, 2010) a Lori Meyers cuando estaba empezando en esto de la música, el mismo grupo habría sido el primero en "flipar". ¿Sintetizadores? ¿Ritmos ochenteros? Difícil imaginar ese protagonismo de la electrónica en una banda que desde sus inicios hizo de los estribillos a coro y de la melodías suaves con regusto a The Beatles sus mejores armas. Lo que pasa es que, a estas alturas, ni todos los arreglos y revestimientos del mundo pueden enmascarar ya la personalidad propia de unas canciones marcadas por el sello inconfundible de Noni y los suyos que, aún veinteañeros, llevan ya tiempo con residencia estable en lo más alto del indie nacional.

"Con 20 años seguramente no teníamos la capacidad de asumir Cuando el destino nos alcance, pero es que tampoco tendríamos la capacidad de hacerlo ni de ejecutarlo en directo. Hemos ido aprendiendo con el tiempo. Con Viaje de estudios -su primer álbum, editado en 2004- sabíamos lo que sabíamos: era una colección de canciones que veníamos ensayando desde que éramos muy jóvenes y eso era lo que había que plasmar y expresar. Ahora toca mostrar otras cosas que hemos aprendido en este tiempo y que nos han hecho madurar dentro de la música. Cada disco ha sido muy consecuente con el presente de la banda", explica Alfredo, batería de Lori Meyers, que esta noche se subirá al escenario de la sala Industrial Copera para presentar ante su público las canciones de su nuevo álbum dentro de la gira que organiza Jack Daniels.

Y es que, en realidad, el tan comentado paso de los 60 a los 80 no ha sido tal para ellos, ya que en temas de su anterior álbum como La búsqueda del rol, Luces de neón o Transiberiano la banda anunciaba ya algunos arreglos que en este disco no han hecho otra cosa que ir a más. "Creo que es bueno que se creen opiniones polarizadas, eso es señal de que estamos haciendo las cosas bien y de que la gente escucha y habla de nuestro trabajo. Nosotros creemos que hacemos las cosas bien y con eso ya nos vale. No nos gusta ser una banda con prejuicios, creo que uno se puede divertir grabando el disco y explorando sonidos y posibilidades. En el directo siempre habrá más guitarras y estará más presente la personalidad de la banda, pero un disco te debe dejar la sensación de haber dicho lo que querías, con sus ruidos y sus silencios", cuenta Noni, la voz de la banda.

En los once temas que dan forma a Cuando el destino nos alcance, el cuarto disco de larga duración de la banda, hay lugar para casi todo. Están, por supuesto, los temas más bailables y con los que la banda ha dado su giro más radical, como Mi realidad, ¿A-Ha han vuelto? o Religión; aunque tampoco faltan las canciones con sabor americano, como Ventura -con la que Alfredo debuta escribiendo la letra- ni otras como Explícame, que remiten al sonido más característico de Lori Meyers.

"Creo que es un disco completo, no de dos o tres singles. Hemos querido personalizar al máximo cada canción, darle un tratamiento independiente a cada una y dedicarle el mismo tiempo a todas, sin prioridades. Somos muy heterogéneos e intentamos que eso se note en el disco, si no seríamos los primeros en aburrirnos", apunta Alejandro, guitarrista y segunda voz de Lori Meyers.

Las letras, la otra mitad del disco, han sido las otras que también han dado un paso de gigante. Porque con "ventimuchos" en lugar de "ventipico" parece que las cosas que pasan en el mundo se entienden mejor y que interesan nuevos temas con los que antes no se habrían atrevido: "El hecho de meter recursos artificiales de máquinas en las canciones nos hizo plantearnos darle a las letras un contenido más social. Son críticas explícitas y muy directas con matices un tanto irónicos y sarcásticos. Creo que ahí está el equilibrio, hablar de relaciones amorosas o criticar a la sociedad con un toque de ironía hace que no sean canciones ni tan empalagosas ni tan serias. Pese a que hay cierto tono oscuro en alguna de ellas, la música que las acompaña transmite un mensaje final de positivismo y de esperanza".

Desde sus primeros pasos, Cuando el destino nos alcance fue ideado a lo grande. De la mano de Universal se pusieron en contacto con Sebastian Krys, un productor del que tenían algunas referencias pero con el que la conexión en lo personal y en lo musical fue inmediata. "Sebastian se implicó en todo el proceso desde las primeras maquetas, que se las enviábamos y nos sugería que probáramos algunas cosas. Ha estado muy pendiente de todo pero respetando siempre nuestra esencia", explican. Así, y cuando todo estaba listo para grabar los temas en Granada, un problema familiar del productor hizo que tuvieran que ellos mismos al completo y no Krys quienes pusieran rumbo a Los Ángeles para vivir durante dos semanas su especial sueño americano en los estudios Castle Oaks. "Fue todo un esfuerzo por parte nuestra y de la compañía, pero al final fuimos allí en plan familia y nos lo pasamos fenomenal. Fue alucinante", recuerdan.

Mucho ha pasado desde que la banda empezara a rodar. Fue en 1998, eran cuatro y todos vivían en Loja. Después vino su llegada a Granada, su conexión con los círculos musicales de la ciudad y sus canciones, que sin apenas esfuerzo fueron circulando por bares y emisoras independientes hasta hacerse muy grandes. Hoy, con la perspectiva que da sentirse unos veteranos sin haber cumplido aún los treinta años, los chicos de Lori Meyers han crecido y ya son seis en la banda tras dos bajas y las incorporaciones en los últimos años de Migue Martín a la guitarra, Antonio Lomas en la percusión y Miguel López al bajo.

"Desde que grabamos Cronolánea queríamos ser más fieles a los discos en los directos e incluir los arreglos sin tener que llevar las cosas sampleadas. Somos partidarios de tocar todo lo que se pueda humanamente, claro. Esa gira fue muy bien, tuvimos buenos resultados, y para el directo de este disco nos siguen haciendo falta manos, así que con seis estamos perfectos", asegura Alfredo.

La culpa de tener que ser ahora tantos sobre el escenario está clara: "los instrumentos virtuales y un ordenador al que le echamos muchas horas". "Nosotros hemos escuchado, como creo que casi todo el mundo, a New Order y mucha gente del estilo. Flipábamos con <>, que es un grupo de rock haciendo música electrónica. Ahora tenemos a mano la maquinaria y la tecnología para llevar a cabo sonidos que siempre nos han gustado y eso nos abre un abanico enorme de posibilidades. La evolución está siendo natural, al mismo ritmo que nos ha marcado la investigación por otros caminos. Estamos muy orgullosos de este disco y creemos que nos abre muchas vías. Lo próximo de Lori Meyers podrá sonar parecido o no, pero seguro que seguiremos haciendo canciones como hasta ahora y con la misma obsesión por revestirlas de una forma diferente y que sigan sonando a Lori Meyers".

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