Paco Lara traslada su estudio a la galería Birimbao
‘Contra la corrección’ es el nombre de esta exposición en la que el artista ha querido compartir la atmósfera de su taller con el espectador.
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La ficha
'Contra la corrección'. Paco Lara Barranco. Galería Birimbao (Calle Alcázares 5, Sevilla). Hasta el 31 de mayo.
La muestra se podrá visitar hasta el 31 de mayo. Hasta entonces, los cartones y plásticos que alfombran y cubren el estudio de Paco Lara Barranco (Torredonjimeno, Jaén, 1964), serán la escenografía que invada el suelo y las paredes de Birimbao, en la que supone la octava exposición individual del artista en esta galería.
La mirada que busque una cohesión en la que el conjunto de obras que conforman esta exposición queden integradas bajo una homogeneidad estética o formal, no quedará satisfecha. En este sentido, Contra la corrección es poco complaciente con el modo hegemónico en el que solemos visitar una exposición o entender el trabajo artístico, pues rompe con esa lógica en la que presuponemos que un artista, en un periodo determinado de tiempo, debe trabajar en una dirección definida, creando una serie de obras similares entre sí. Y no es que Paco Lara busque romper con esta lógica por no complacer al espectador, sino como el resultado del modo de entender el proceso pictórico.
Como anuncia el propio nombre de la exposición, el artista plantea un proceso que intenta alejarse de la idea de corrección y lo hace en dos sentidos. Por un lado, abordando un desarrollo pictórico que trascienda los convencionalismos con los que se suele clasificar la pintura, ya tengan que ver con el estilo, el tema, la norma, la técnica e incluso con la propia experiencia artística (entendiendo que una obra no tiene por qué ser la consecución de las obras anteriores). Y por otro lado, concibiendo el error no como un fracaso, sino como un accidente capaz de arrojar luz sobre caminos que hasta entonces permanecían en penumbras.
A través de este planteamiento, Paco Lara busca que sea la propia pintura y sus sucesos los que guíen la construcción de cada trabajo, y no una idea preconcebida y dirigida por él mismo. Es así como su obra se vuelve sensible, permeable a los acontecimientos que ocurren tanto dentro como fuera del lienzo. De este modo hay dos factores que se vuelven imprescindibles en Contra la corrección: el azar y el estudio.
El azar forma parte de esos acontecimientos que el artista no tiene previsto que ocurran, que de algún modo conforman un error dentro del proceso pictórico, pero que en este caso determinan el desarrollo de la pintura. Así, el azar puede ocurrir por el propio comportamiento de la pintura dentro del lienzo, como el craquelado o un trazo de rotulador que acaba emergiendo sobre varias capas de óleo, por ejemplo. O por sucesos que ocurren fuera del lienzo, por ejemplo, que el artista se encuentre en la calle un objeto con una forma determinada y que esta acabe apareciendo en una de sus obras.
Se le concede al azar la facultad de influir en el proceso pictórico dentro del espacio de trabajo, extendiendo las fronteras del desarrollo pictórico más allá del lienzo.
Es aquí donde el estudio cobra una relevancia crucial en el proceso pictórico de Paco Lara. Y es que, más allá de ser el territorio donde convergen el mundo interior y el exterior del artista o el mundo pictórico y el no pictórico, el estudio se convierte en el espacio donde el artista convierte lo casual en cotidiano, permitiendo al azar una presencia importante. Así, el artista toma algunos elementos que se encuentra de forma casual (ya sea un trozo de papel derivado del proceso artístico o algún objeto que se haya encontrado en la calle), que le hayan interesado por algunas de sus cualidades (forma, color, etc.), para darles un espacio dentro del estudio (ya sea colgándolos en alguna pared, colocándolos sobre alguna mesa de trabajo o almacenándolos en cajas).
De este modo, se le concede al azar la facultad de influir en el proceso pictórico dentro del espacio de trabajo, extendiendo las fronteras del desarrollo pictórico más allá del lienzo. Es por esto que Paco Lara ha querido trasladar el paisaje de su estudio a esta exposición, revelando así la importancia de este como territorio capaz de generar y relatar sus propios acontecimientos. También es una forma de mostrar los aspectos menos visibles del proceso, desvelando los entresijos de su pintura, lo que refleja su capacidad pedagógica por su labor docente tras más de 25 años dando clases. Cabe añadir que desde finales de febrero es catedrático adscrito al Departamento de Pintura de la Universidad de Sevilla.
Así, Contra la corrección reúne casi 50 obras llevadas a cabo en lienzo y papel (comenzadas en 2022) en las que, aunque no tiene por qué darse una coherencia visual que las vincule, comparten el modo en el que se han construido. Ese proceso en el que, casi como un rompecabezas, la pintura genera una narrativa propia en cada pincelada, en cada forma, en cada trazo o en cada color, determinando cada paso en la construcción de cada obra; un proceso que Paco Lara Barranco abre al azar y al entorno, dejándoles interceder en el relato de su pintura.
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