Carlos Urroz. Director de ARCO

"Los políticos deberían preocuparse de que se conozca mejor el arte"

  • El responsable de la cita, que celebra a partir de este miércoles una nueva edición, asegura que la feria quiere descubrir "tanto a artistas como a coleccionistas".

-Desde la feria hablan de esta edición como "excepcional e irrepetible". ¿De qué manera se concreta esta afirmación?

-Es irrepetible porque, aunque todas las galerías que están en el 35 aniversario habían estado en ediciones anteriores, nunca habían coincidido en una misma edición. En ese sentido, los contenidos de este año son únicos y excepcionales. Decía el otro día María Corral que todas las galerías con las que se había puesto en contacto para esta celebración habían dicho que sí. Una de ellas finalmente no podrá venir, pero la respuesta ha sido unánime, que les encanta venir a Madrid.

-Hacen hincapié en la apuesta por nuevos artistas.

-Para nosotros es muy importante que ARCO sea una feria de descubrimiento, donde todo el filtro que hacemos a través de los comisarios sea para presentar el talento dentro de una feria de primer orden. Queremos que galerías muy buenas difundan el trabajo de su artista más joven o del que tiene menos visibilidad, y eso ayude a desarrollar sus carreras. Y eso lo hacemos transversalmente, en todas las secciones.

-El año pasado se demostró la vitalidad y la efervescencia de la escena artística de Colombia, país invitado. Y en esta ocasión habrá, de nuevo, una fuerte presencia latinoamericana.

-Sí. Este año hay nueve galerías de Argentina, 12 de Brasil, cinco de México, aparte de las de Colombia, de donde vuelven cuatro... El vínculo con Latinoamérica es algo que se ha afianzado en los últimos años, y el éxito de Colombia el año pasado lo demostró. Esa idea del encuentro entre el arte iberoamericano y el europeo está sucediendo.

-Quería preguntarle por los coleccionistas jóvenes que acuden a la feria: cuáles son sus intereses, cómo es el arte por el que apuestan.

-ARCO siempre ha hecho mucha investigación sobre los nuevos coleccionistas, y este año hacemos un programa específico con propuestas más activas... Nos gusta reforzar esa idea de que ARCO, igual que descubre artistas, descubre también coleccionistas. Con respecto a los intereses por los que pregunta, lo habitual es que la gente compre obra de artistas de su generación, lo lógico es que un coleccionista joven empiece con alguien de su edad, de su área geográfica. Pero ocurre algo curioso: hoy la información fluye tanto que hay una mentalidad más internacional, y el panorama ha cambiado. Un coleccionista latinoamericano puede hacer más adquisiciones de artistas europeos, los coleccionistas norteamericanos de los creadores asiáticos... Eso ha cambiado bastante.

-Uno de los asuntos que se explorará, dentro de la sección Solo Projects, tratará sobre La subversión por el camino del humor. Una cuestión delicada: hace unos años, ARCO fue objeto de polémica por esa escultura de Eugenio Merino en la que Franco aparecía metido en una nevera...

-Pienso que es algo muy vinculado a Latinoamérica, hay una corriente de artistas que utilizan el humor como subversión política, un fenómeno que quizás tenga su origen en los años de la dictadura. Desgraciadamente, sí, esto del humor y la libertad de expresión es un debate muy actual, desde los temas de Charlie Hebdo hasta los casos más recientes de crítica política a través del arte. En ese aspecto, ARCO ha seleccionado lo más relevante de esa tendencia y quiere poner de manifiesto un tema así en una sección que hasta ahora no se centraba en un tema.

-En la convocatoria anterior había una gran representación de creadores andaluces pero muy poca presencia de galerías de la comunidad, algo que se repite ahora. ¿Qué se puede hacer para arreglar esta situación?

-Es muy complicado, porque las galerías andaluzas compiten en igualdad de condiciones con las galerías de Nueva York, de Londres, de Berlín. Resulta más difícil entrar si estás en la periferia, y España, dentro de ese conjunto internacional, es la periferia. Nosotros sentimos un gran respeto por todas estas galerías, pero, lo que digo, todo el mundo compite en igualdad de condiciones, no hacemos concesiones porque una galería esté en España o en la periferia.

-En este tiempo de negociaciones para formar un nuevo Gobierno, ¿qué demandas se hacen desde el mundo del arte, y, más concretamente, desde ARCO?

-Primero, que el IVA para el comercio del arte sea un IVA reducido y unificado en Europa. Segundo, que se fomente el conocimiento del arte contemporáneo y de todas las humanidades en general en los planes de estudio. Que se aplique una ley de mecenazgo. Y, en abstracto, que la preocupación de los políticos sea que se conozca mejor el arte, que haya más gente visitando los museos, que éstos tengan presupuesto y capacidad para promover exposiciones. Para que esto ocurra hay que poner más dinero en las instituciones públicas o hacer una ley de mecenazgo para que a las empresas les sea rentable la apuesta por el arte: hacerlo sólo por el honor no es suficiente estímulo. En Francia se vio como una ley de mecenazgo cambió todo el paisaje cultural, en Estados Unidos pasa algo parecido con otro planteamiento, en Reino Unido el dinero de la lotería se reinvierte en proyectos culturales.

-El fomento del arte contemporáneo en las escuelas es una verdadera asignatura pendiente. Haría falta más sensibilización en este ámbito.

-Es estupendo que se fomente el deporte y una vida sana en los niños, pero igual que se trabaja en eso sería magnífico el que se fomentara usar la cabeza y los ojos para apreciar el arte. Se han creado instalaciones deportivas maravillosas, pero no se ha hecho un esfuerzo para que la gente vaya a ver museos que ya existen. Ahora he estado en Oporto, y era sorprendente la cantidad de escuelas que estaban en los museos. Aquí, si te encuentras a un colegio, es porque un profesor heroico ha cogido y ha sacado a los niños de clase. Tiene que facilitarse desde la Administración una cierta práctica de ir a los museos. No puede ser todo fútbol.

-Estos días se expone en Sevilla, en la Fundación Valentín de Madariaga, una parte de la Colección de la Fundación ARCO.

-La labor de la fundación es tener un acervo, una serie de piezas a disposición del público para que se conozca mejor la obra de los artistas. Una parte de nuestra misión es compartir esas obras con la ciudadanía. El año pasado hubo varias exposiciones, una de ellas en Moscú, y ahora se muestra una parte de la colección en Sevilla. Confiamos en que la gente disfrute de la muestra.

-¿Qué puede contar de ARCOLisboa, que se celebrará en mayo en la capital portuguesa?

-Es una feria completamente distinta a la de Madrid. Una propuesta más pequeña, con 40 galerías, en un espacio histórico, muy apoyado por las instituciones portuguesas, con un programa de coleccionistas internacionales... Es un nuevo formato de feria, con galerías dedicadas a un solo artista, que queremos que la gente disfrute y lo contemple como un proyecto complementario. No se trata de organizar otro ARCO a 600 kilómetros, sino de hacer algo completamente distinto.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios