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Cultura

Rocknrolla lidera dos proyectos europeos de apoyo a los músicos y a las salas de conciertos

  • La productora sevillana es la primera en lograr dos grandes subvenciones de la UE para desarrollar iniciativas de diseño propio que buscan soluciones para el momento actual

  • 'TEC!' es un campamento internacional gratuito para formar y apoyar a talentos emergentes; 'Scenergies' buscará reforzar la cooperación entre las salas independientes europeas

El músico Esteban Ruiz, director de Producción de la empresa sevillana Rocknrolla.

El músico Esteban Ruiz, director de Producción de la empresa sevillana Rocknrolla. / Dena Flows

La música en vivo en España facturó en 2020 un total de 138.580.764 euros por venta de entradas, un 63,78 % menos que en 2019, según los datos del Anuario publicado recientemente por la Asociación de Promotores Musicales (APM) y que refleja "la debacle insólita" que ha sufrido el sector durante la pandemia. Ante estos números funestos, muchas empresas se han visto abocadas al cierre, mientras que otras han optado por la imaginación para reinventarse a la búsqueda de nuevas vías de financiación.

Es el caso de la productora y promotora sevillana Rocknrolla, que acaba de convertirse en la única compañía del continente en recibir dos ayudas de las 12 que concede anualmente Europa Creativa. Con ellas, desarrollarán sendos proyectos de creación propia con los que hacer frente al momento actual.Lo ha hecho, además, con iniciativas que piensan no sólo en su propia subsistencia, sino en ofrecer herramientas para otros actores de una industria, la de la música, inmersa en una de las peores crisis de su historia.

Titulado TransEuropeCREATE! / TEC!, el primero de ellos se plantea como un campamento digital centrado en la formación, el apoyo y el asesoramiento para artistas emergentes de toda Europa en el escenario de la pandemia. La convocatoria del programa está abierta hasta el viernes 21 de mayo. Desarrollado en colaboración con la compañía sueca Westside Music y el italiano Estragon Club, se trata de un proyecto de co-creación que pondrá en marcha un ecosistema en el que 25 talentos de todo el continente encontrarán un espacio para construir sus carreras desde cero, aprendiendo a liderar sus propios proyectos y a manejar herramientas y recursos para moverse en el mundo profesional, toda vez que adquirirán habilidades imprescindibles en este momento, como la capacidad de adaptación, la flexibilidad y la distribución eficaz de su producción.

El reducto de la Sala X

Nacida en 2014, Rocknrolla Producciones y Eventos Culturales ha venido brillando en la organización de conciertos, festivales, workshops y masterclasses. La compañía tiene su propio escenario, la Sala X, en Sevilla, que en los últimos años se ha consolidado como el local de conciertos con la programación más atractiva de la capital andaluza. Cerca de 18.000 personas han disfrutado la calidad de sus citas con bandas nacionales e internacionales desde su apertura, en una agenda que nunca ha descuidado a los artistas locales ni a los talentos emergentes, en los que se centra este primer proyecto.

La propuesta quiere sortear las barreras impuestas tanto por la propia naturaleza del mercado como por la coyuntura presente, a fin de lograr un nuevo paradigma en el que estos talentos no sólo puedan crear y producir sino comercializar el trabajo que realizarán a lo largo de los seis meses de duración de la iniciativa. Un periodo en el que recibirán mentorización por parte de grandes nombres de la música internacional, entre los que destacan Mark Kikatt (Popstock!, Everlasting Records, IMPALA), César Andión (Live Nation), Olivier Arson (Premio Goya a la Mejor Banda Sonora Original por El Reino), Patrick Larson (A&R, mánager / Playground Music Scandinavia) y Anika Mottershaw (Bella Union, UK - A&R, entre otros.

No un simulacro, sino "un empujón real"

Según Esteban Ruiz, músico sevillano de largo recorrido ya y director de Producción de Rocknrolla y al frente del TEC!, el contexto actual carece de un tejido profesional accesible para los recién llegados a la música. "Ha sido en el peor momento cuando hemos visto claro que teníamos que ofrecer alternativas para los artistas. Aunque pueda parecer difícil verlo desde la crisis que estamos atravesando, este es un buen contexto para co-crear, lograr que los grupos puedan autogestionar sus propios derechos y desbloquear la versión parcial que en muchas ocasiones tienen de sus carreras". En su opinión, es habitual encontrar una cierta inocencia entre los artistas, músicos que invierten un gran esfuerzo en la creación y en los ensayos, pero que no tienen presente la vertiente económica de su ocupación. "Esa dimensión de negocio existe por muy pequeño que seas", sostiene Ruiz, que considera vital aprovechar el parón de la pandemia para generar "un nuevo discurso".

Dirigido a músicos europeos emergentes e independientes, sin importar su género ni sus trayectorias, el programa tiene como objetivo formar a los seleccionados para ayudarles a crear un nuevo repertorio de música original, brindándoles herramientas y conocimientos para mantener su actividad una vez que TEC! llegue a su fin. "Buscamos jóvenes compositores y músicos motivados, con perfil emprendedor y dispuestos a asumir la responsabilidad de su propia carrera y comprometerse profesionalmente con ella", adelantan los responsables de Rocknrolla.

Los seleccionados para TEC! deberán formar grupos entre ellos para producir un conjunto de canciones que grabarán, mezclarán, arreglarán y masterizarán desde sus estudios caseros mientras los mejores profesionales del sector les irán ofreciendo vía online sus consejos a través de conferencias, clases y talleres sobre cuestiones como la configuración del estudio o la eficiencia en la distribución de su trabajo en 2021. "Esto no es un simulacro, sino un empuje para carreras musicales en la vida real", confirma Esteban Ruiz.

Protección de las salas de conciertos

El segundo de los proyectos diseñado por Rocknrolla se titula Scenergies y desde el pasado año centra sus esfuerzos en los clubes de música de Europa, los espacios en los que el público puede tomar el pulso a la creación musical de su tiempo. Estos locales que funcionan como incubadoras del talento sufren, sin embargo, presiones significativas en materias financiera y de regulación que vienen dando como resultado la merma de un ecosistema vital para la creación musical y la educación de las audiencias.

Así, el objetivo de esta propuesta es crear sinergias de cooperación sostenible entre los pequeños escenarios europeos, reivindicar su papel y asegurar su sostenibilidad. "Hablamos de espacios abiertos a la diversidad, con un fuerte impacto en las economías locales, que tienen la capacidad de mejorar el atractivo de las ciudades y que están fuertemente conectados con el público", enumera Erica Pender, directora del proyecto. 

A pesar de su carácter de dinamizadores de la cultura alternativa, estos escenarios no cuentan habitualmente con el apoyo de fondos del que sí gozan otros espacios culturales, de manera que su supervivencia queda depositada casi exclusivamente en el mercado. Para paliar estos males, Scenergies pone el acento en la identificación de buenas prácticas, el desarrollo de planes innovadores y de capacidades de espacios seleccionados en su consorcio, así como en la difusión de las estrategias competitivas. Una apuesta necesaria que quiere proteger y mejorar el futuro de los lugares más importantes de nuestra educación sentimental.

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