'Lo sagrado hecho real' despide en Valladolid su periplo internacional

La muestra, que ha sido admirada en Londres y Washington, será inaugurada hoy por la infanta Elena · El Bellas Artes de Sevilla cede 'San Francisco de Borja' de Alonso Cano y el 'Crucificado' de Zurbarán

Arriba, el 'Ecce Homo' tallado por Gregorio Fernández junto al 'Crucificado' de Martínez Montañés, durante su exhibición en la National Gallery of Art de Washington. Abajo, óleo de Zurbarán del Museo de Bellas Artes sevillano.
Arriba, el 'Ecce Homo' tallado por Gregorio Fernández junto al 'Crucificado' de Martínez Montañés, durante su exhibición en la National Gallery of Art de Washington. Abajo, óleo de Zurbarán del Museo de Bellas Artes sevillano.
Charo Ramos / Sevilla

05 de julio 2010 - 05:00

Gregorio Fernández consiguió en 1627, con su representación de Cristo muerto y tendido sobre un sudario, una de las obras maestras de la escultura barroca europea. Su exhibición en Londres y Washington, dentro de la muestra Lo sagrado hecho real, ha permitido a otros públicos admirar la realidad humana del cadáver de Cristo a través de su detallado estudio anatómico, la exquisita talla y rica policromía. Ahora, este Cristo yacente y el Ecce Homo del mismo autor, junto a otras cumbres del naturalismo hispano, como la bella Magdalena Penitente de Pedro de Mena, regresan al Museo Nacional Colegio de San Gregorio de Valladolid, sede de una de las mejores colecciones de escultura religiosa de Europa.

Allí se inaugura hoy bajo la presidencia de la infanta Elena Lo sagrado hecho real, una muestra originalmente concebida y organizada por la National Gallery de Londres y la National Gallery of Art de Washington, cuya presentación en España ha organizado el Ministerio de Cultura.

En Valladolid, la muestra cuenta con 26 pinturas y esculturas del siglo XVII español que ocuparán toda la primera planta del palacio de Villena hasta el próximo mes de septiembre. Entre ellas, junto a piezas custodiadas por el propio museo, figuran otras procedentes del Prado, la National Gallery de Londres e iglesias y monasterios de toda España, así como dos pinturas excepcionales aportadas por el Bellas Artes de Sevilla. Se trata del Crucificado de Zurbarán, una pintura tenebrista donde la figura de Cristo emerge con fuerza casi escultórica del fondo oscuro, y San Francisco de Borja de Alonso Cano. Ambas figuraban en el catálogo inicial de obras cedidas por esta pinacoteca para una espléndida exposición que llegó a contar en Inglaterra con nueve préstamos sevillanos (entre museos y conventos) y que ahondó, mediante obras maestras de artistas como Velázquez, Martínez Montañés, José de Ribera o los ya citados, en la influencia de la imaginería en la pintura religiosa.

Para el comisario, Xavier Bray, conservador de la National Gallery de Londres, esta exposición "revaloriza la escultura barroca española" y se inserta dentro de un contexto internacional que califica como "el fervor barroco del tercer milenio". La vida de los santos, el misterio de la Inmaculada Concepción y la Pasión de Cristo son los grandes temas que recrean el papel del arte religioso en la España de la Contrarreforma, donde se animaba a los artistas a infundir vida y realismo a los hechos sagrados. Por eso el montaje sumerge al visitante, insiste Bray, en una "escenografía muy teatral e impactante" que suscita piedad y dolor.

Ejemplo perfecto del marketing de una Iglesia que supo tender mediante los artistas un puente para llegar a los fieles, Lo sagrado hecho real ha supuesto un antes y un después en la reivindicación internacional del carácter artístico -y no sólo devocional- de la escultura barroca española, y especialmente de la imaginería sevillana. Sin duda, una muestra que el Ministerio de Cultura debería acercar también a la capital andaluza.

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