Viendo este documental de Moisés Salama, no queda ninguna duda de que Fernando Méndez-Leite (Madrid, 1944), actual Presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, ex director y docente de la ECAM (Escuela Oficial de cine de la Comunidad de Madrid) o la Cátedra de cine de Valladolid, Director General del ICAA durante el periodo 1986-1988, 25 años colaborador e impulsor del Festival de cine de Málaga, rostro habitual de las tertulias de Historia de nuestro cine, director de series y programas de TVE como La Regenta, Niebla, El rey monje, Galería, Cultura 2 o La noche del cine español, de una única película de ficción (El hombre de moda, 1980) y de documentales sobre Elías Querejeta, Carmen Maura o Ana Belén, alumno díscolo de la Escuela Oficial de Cinematografía, crítico profesional (Film Ideal, Pueblo, Diario 16, La guía del ocio), historiador, autor de libros (Fritz Lang, Concha Velasco, José Luis Cuerda) y cinéfilo eterno desde su más tierna infancia, es una de las personalidades más queridas y respetadas del cine español, especialmente por todos aquellos que aquí glosan su bonhomía, su erudición y saber enciclopédico, su modestia, su capacidad de trabajo, su amistad y su infinita dedicación a la causa de nuestro cine casi como una forma de vida donde lo privado se funde con lo público.
No se nos ocurriría cuestionarlo, aunque es cierto que este documental de corte más bien ortodoxo sobre su trayectoria vital y profesional no se mete en ningún charco ni ahonda en aristas o cuestiones tangenciales o contextuales más allá del elogio insistente de quien aún sigue, gobierno tras gobierno, generación tras generación, fuertemente vinculado a cargos relacionados con el cine en su vertiente más institucional, oficial e industrial, algo que a este malaje y descreído cronista de provincias siempre le hace saltar algunas alarmas.
De su evocación bergmaniana de Fresas salvajes tras el primer aviso serio de la parca a los homenajes y reconocimientos recientes o la pasión confesa por Rohmer, del desfile de amigos incondicionales (García Sánchez, Lara, Alterio, Gutiérrez Caba, Faltoyano, Resines, Gutiérrez Aragón, Rellán, Barroso, Sánchez-Gijón, Gómez, Franco, Ammann, Bermejo…) al anecdotario sobre una infancia solipsista y una juventud liberada por el cine, de sus pinitos como estudiante a los numerosos proyectos frustrados y guiones nunca filmados, se echa de menos aquí en todo caso algo más de orden en el relato de los acontecimientos y, sobre todo, algo más de intríngulis o matices en cuestiones de índole política de quien dijo pasarse la carrera de Derecho entre el activismo de mañana y la cinefilia de tarde o quien ha tenido esa extraña habilidad (llámenlo consenso) para estar siempre en el candelero o al frente de distintas instituciones desde los años 80 hasta hoy mismo.
Nos quedamos en todo caso con esa figura singular, algo infantil y solitaria del coleccionista compulsivo de memoria portentosa, rodeado de películas en DVD, libros, afiches, carteles y discos, aún dedicado a sus cuadernos manuscritos y recortes, silbando bandas sonoras y guardándose siempre una opinión que pudiera exponerlo sin la coartada de la ironía y el humor en el mundo al que siempre ha pertenecido, que ha contribuido a consolidar y del que tal vez no quiera despedirse nunca si no es desde primera línea.
> ‘La memoria del cine: una película sobre Fernando Méndez-Leite’ se proyecta hoy jueves 16 de noviembre en un único pase a las 17:00h. en los cines Avenida.
Ken Loach: un (incansable) activista del cine
Mañana viernes se estrena en cines El Viejo Roble, la última película del británico Ken Loach, quien a sus 87 años sigue empeñado en abrir los ojos y sacudir al espectador para concienciarlo sobre las lacras sociales de nuestro tiempo, siempre fiel a la clase trabajadora y sus batallas contra la explotación y la injusticia en una escalada neoliberal de la que nos ha venido avisando título a título desde finales de los 60 y especialmente desde el periodo de gobierno conservador de Thatcher.
Es precisamente durante el rodaje de este nuevo filme, que hace el número 57 de su filmografía, cuando el equipo de Pierre Chassagnieux entrevista al director, también a su guionista de cabecera en los últimos años, Paul Laverty, y a algunos de sus colaboradores más cercanos como la productora Rebecca O’Brien o los actores Robert Carlyle y Crissy Rock, para este documental (Movistar+) que desentraña una vez más, sin demasiadas novedades y siempre fiel a un esquema sobre sus métodos y técnicas de dirección en busca de la representación más fidedigna de lo real-político, la trayectoria y la voluntad siempre comprometida de un cineasta que ha entendido su trabajo como una manera de contribuir no tanto a mejorar la sociedad como a que el espectador active sus mecanismos de observación crítica ante las desigualdades y abusos del mundo contemporáneo.
El estreno de la semana: ‘La imagen permanente’
Flamante ganador de la Espiga de Oro en el Festival de Valladolid, el primer largo de la premiada cortometrajista Laura Ferrés (’Los herederos’) viaja a la Andalucía rural y a los contornos urbanos de El Prat de Llobregat, de donde es originaria la cineasta, para hacer dialogar dos tiempos a través de dos mujeres que se encuentran entre estampas de cómica elocuencia visual y un tratamiento minimalista muy alejado del naturalismo que acostumbra nuestro cine.
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