-¿Qué podemos encontrar en Bajo tus alas?

-Es un disco puro de Niña Pastori, en mi línea habitual. Suena más latino, arrimado a la salsa. Con mi voz, que es flamenca, y con mi manera de sentir, pero es más pop, más de canciones que de palos del flamenco.

-¿Cómo ha sido colaborar con Pablo Alborán, Vanesa Martín o Manuel Carrasco?

-Con Pablo llevaba mucho tiempo intentando hacer algo, porque yo sé que él ha hecho en sus conciertos algunas canciones mías. Y siempre que él estaba en Madrid, yo estaba por aquí, en Andalucía, siempre andábamos detrás el uno del otro y nunca coincidíamos. Esta vez, los dos estábamos en proceso de grabación y él nos mandó un trocito de una canción que no iba a hacer en su disco, La mudanza, le pedimos que nos la diera y la cantara conmigo, y ha quedado de maravilla. Con Vanesa, igual. Yo sé que a ella le gusta lo que yo hago y a mí me encanta lo que ella hace. Hay admiración mutua y ahora se ha dado la oportunidad. Ella tiene una personalidad muy marcada; cante lo que cante, se nota que es ella. De Manuel me encanta cómo transmite, lo directo que llega, sin filtro, derechito al corazón.

-¿Habrá alguna posibilidad de verlos a todos juntos en el escenario durante la gira?

-Creo que sí, ojalá cuadren las fechas. Creo que ahora los artistas estamos más unidos. Las redes sociales pueden tener su parte a lo mejor no tan positiva, pero pienso que a los artistas nos han acercado porque nos estamos enterando verdaderamente de lo que hacemos unos y otros. Antes tenías que seguir mucho a un artista y gustarte mucho para estar al día, y ahora, como estamos todo el día en las redes sociales, es un cotilleo absoluto. También te enteras de lo bueno, eh, de todo lo positivo que le pasa a los compañeros.

-¿Cuál ha sido el proceso de creación para este disco?

-Al final, esto es un poco igual en cada disco. Cuando terminas de grabar, tienes tu momento de relajarte un poquito, de estar con la familia, y ya después se empieza fuerte. Sale de forma natural, te lo va pidiendo un poco el cuerpo. Desde que estoy casada con Chaboli, componemos los dos juntos, estamos hablando desde el año 2002, cuando salió María, y el hecho de poder trabajar juntos es bueno, porque estamos ahí siempre, con tranquilidad, criando y sacando cositas poco a poco. Él siempre está con su guitarra en la mano y el piano cerca. Ayuda a que salgan las canciones con naturalidad. Al final, vas expresando, te dés cuenta o no, el momento por el que estás pasando, y creo que el de ahora es fantástico, la verdad. Acabo de cumplir 40 años, éste es ya mi décimo disco y tengo la sensación como de haber hecho muy poco, de estar prácticamente empezando. A lo mejor estoy empezando a saborear más lo que hago. Cuando eres más jovencita lo vives todo con mucha intensidad, demasiado deprisa, y no te paras de verdad a pensar en estas cosas. Ahora sí, ahora yo sé pararme, disfruto verdaderamente de esta profesión.

-¿Con qué se queda de esos más de 20 años de experiencia?

-Es muy difícil quedarme con algo, pero si tengo que elegir diría que la posibilidad de haberme rodeado de los mejores músicos. Dentro del flamenco he estado con los mejores, y dentro de la música ya en general, también. He trabajado con gente de Londres, de Latinoamérica, con muchos cubanos... He tenido la gran suerte de colaborar con Juan Luis Guerra, con Carlos Santana, con Rubén Blades, con Alejandro Sanz... Yo creo que he tenido la posibilidad de conocer y de tratar con los mejores, musicalmente hablando, y eso es lo más bonito para una artista: admirar a gente y que esa gente a su vez te admire a ti y quiera hacer cosas contigo. Eso no tiene precio.

-La música avanza por distintos estilos pero el flamenco siempre está ahí. ¿Cuál es su futuro?

-Creo que es bueno, porque el flamenco es pureza y el flamenco es transmitir, y la vida da muchas vueltas, pero al final lo que queremos y lo que buscamos todos es la emoción y eso siempre va a ir de la mano del flamenco. Después de la muerte de Camarón hubo un momento, una ola grande en la que la gente empezó a descubrir lo grande que era este artista. Las músicas van un poco así, ¿no? Cogen aire y luego a lo mejor aflojan, o tira todo un poco más para el rock o, como es el caso de ahora mismo, toda esta movida del reguetón, de rapear... Bueno, son momentos, y es lógico, existen las modas, es lo más normal del mundo. Pero como tú bien dices el flamenco siempre está ahí. Es una música para mí que se distingue del resto por eso: porque emociona muchísimo a la gente y transmite mucho.