
La ventana
Luis Carlos Peris
Se va ‘Konrad’ y aparece ‘Laurence’
Para el enorme vecindario que mora en el centro histórico más extenso de Europa, la recuperación de la línea C-5 es un motivo de alborozo. Ha tardado más de un lustro su vuelta y con ella nos permitimos recordar detalles que bien podrían mejorar el servicio. Antes de llamarse como se llama, a esta línea se la conocía simplemente como el microbús y tenía una peculiaridad que no creo sea imposible restablecer. Me refiero a que cuando entonces, o sea medio siglo atrás, el microbús no contaba con paradas establecidas, sino que paraba a capricho del usuario. Teniendo en cuenta la edad media de sus usuarios, eso de parar a la carta le añadía un plus de comodidad que nunca está de más. Por lo pronto, bueno está que un servicio tan necesario se haya restablecido, pero la guinda sería parar a gusto del consumidor.
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