Calores de mayo en la memoria

Llega mayo a las tablas con el cartelito de ser el más caluroso de cuantos recordamos. Y eso que de mayos calurosos está nuestra infancia llena, que hay que ver las sesiones de calor tórrido que nos endosaban con eso de llevar flores a porfía, de llevar flores a María que Madre nuestra es. Sesiones interminables en aquellos años de remojón y abanico como único recurso para combatir unos mercurios indómitos que parecían tener la pretensión de salirse del termómetro. Tiempos muy pretéritos que tenían como causa la vocación mariana del colegio y que se venían arriba con la llegada de mayo. Y, mire por dónde, este proceloso 2025 nos ha regalado un mayo parecido; no idéntico, pues hogaño contamos con más armas para combatir las calores, pero que bien que se las ha traído con esas noches tropicales que han sido como el remate a un periodo estival que nos ha cogido con la guardia baja. Y hoy llega a las tablas prometiendo una noche de órdago. Adiós.