Goleado para morir de pie

07 de diciembre 2025 - 03:08

Tres goles en veinte minutos condicionaron un partido para que de la fiesta se pasase al drama, de un marcador esperanzador a unos números que podrían considerarse ominosos si no fuese por el talante demostrado por el Betis. Un Betis que no sabe comportarse como equipo menor y que queriendo siempre más vio cómo el partido se le iba por unos sumideros vergonzantes.

Una fiesta con una afluencia tremenda, que cerca de 65.000 espectadores constituyen una marca difícil de superar. Y es que este Betis de Pellegrini vive unos días tan de vino y rosas que cualquier comparecencia acarrea un ambiente festivo que te hace la vida sumamente agradable. Y el éxtasis se hizo realidad cuando Antony batía a Joan García antes de que aflorase el sudor.

Eran momentos en que la esperanza alimentaba una ilusión que llegaba al paroxismo, pero enfrente estaba el Barça con ese demoledor punch que le daba la vuelta a la situación con un Ferrán Torres en estado de gracia para conseguir un hat trick en un abrir y cerrar de ojos y la efectividad que nace de la calidad del equipo catalán decidía.

Pero el Betis está vivo y lejos de bajar los brazos o de atrincherarse fue a campo abierto para dar un ejemplo que enardeció al bético. Ni siquiera el celo escudriñador del VAR lo amilanó, que vaya el penalti que le señalaron a Bartra. Fue una lección de competitividad en un partido de ocho goles, algo que rara vez se da. Y es que a este Betis da gusto verlo.

stats