La ventana
Luis Carlos Peris
Vísperas de mucho...
Meritorio triunfo del Sevilla en el siempre complicado Mendizorroza y para el recuerdo nos quedamos con una obra de arte. Fue el golazo que logró Vargas y que ponía la tarde de cara. Un slalom de cincuenta metros sosteniendo las embestidas de los rivales y, medio cayéndose, un cañonazo a la escuadra. Un gol extraordinario, quizá el gol de muchas jornadas, pero que amenazó torcerse por una incomprensible y desmesurada entrada de Marcao sobre Carlos Vicente. Muy pronto se opacó la dicha del golazo de Vargas, pero quedaba más de una hora para que todo quedase decidido.
Un partido éste en el que se exigía traje de faena, el Sevilla, con todos a una, se lo puso y de esa manera aguantaba las rusticidades que imponía el Alavés. Fantástica demostración sevillista de bloque compacto, de ayudarse unos a otros, con lo que se paliaban otras deficiencias con un espíritu competitivo descomunal. También el partido entrambos goles iba a dar pie a eso que no hay mal que por bien no venga, pues Alfon tiraba la toalla y propiciaba la entrada en escena de Alexis.
Sería muy importante la entrada del chileno en escena, ya que sacaría a relucir su indudable calidad para hacer el gol del triunfo. Un triunfo absolutamente merecido y que dejaba la sensación de que al Sevilla le ha cambiado la vida. Como en Gerona dio la impresión de ser un bloque que va al unísono y sólo falta que Nervión deje de una vez el papel de asignatura pendiente.
También te puede interesar
Lo último