
Tribuna Económica
Carmen Pérez
El Día de la Liberación Fiscal
Cuando menos se esperaba tuvo Isco la oportunidad de volver a la selección. Ocurría a un cuarto de hora del final del tiempo normal y luego se encontró con la propina de una prórroga y una tanda de penaltis. Retorno agridulce del malagueño, ya que la ruleta rusa que se daba cita a once metros no salió de cara y había una bala en el cargador que llevaba el nombre de Morata.
De la contribución de Isco no hay nada que reprochar, pues cada balón que le llegó supo mejorarlo, un tiro suyo estuvo a punto de batir a Diogo Costa y cumplió con la obligación de marcar cuando le tocó lanzar desde los once metros. Como puede comprobarse, un papel quizá algo secundario, pero no era de esperar otro con más protagonismo.
Luis de la Fuente tiene hecho un grupo que le ha respondido a la perfección, de ahí que la inclusión de algún novato pueda adquirir carácter de intruso. La guardia de corps del seleccionador es indiscutible, le ha dado muy buenos réditos y que Isco haya figurado en esta convocatoria realza los méritos del mago malagueño.
Lástima que en menos de dos semanas se le hayan escapado a Isco dos títulos, pero siempre quedará en el recuerdo que por él no quedó. Esta segunda juventud del bético da pie para pensar que cuando el verano esté concluyendo y el seleccionador vuelva a convocar gente, Isco puede optar a una plaza. La duda es si De la Fuente lo considera ya de su guardia de corps.
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