LA VENTANA
Luis Carlos Peris
Y aparecerá el invierno
Arrancó la Feria del Libro, otra vez en los Jardines de Murillo y la nostalgia se nos dispara por enésima vez en este tiempo de recuerdos de un pasado cada vez más pasado. Feria del Libro como cita tácita que en la Plaza Nueva se hacía entrañable, ya que el centro neurálgico de la ciudad le daba solera al evento. Recuerdos imborrables al conjuro de aquella brillante leva de escritores que devinieron en el apelativo de narraluces. Recuerdos de tantos amigos desaparecidos por el inexorable galope de los años y que hace poco se reavivaron en la sesera al conjuro del recuerdo de Manuel Ferrand, aquel periodista con alma de nardo que ganó el Planeta cuando el Planeta no estaba abducido por el culto al famoseo. Ferias del Libro al señuelo de Aquilino Duque, Alfonso Grosso, Manuel Barrios, Antonio Burgos o aquel gran Manuel Mantero que lloraba en su exilio yanqui por tener que dar clase en Jueves Santo. Recuerdos.
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