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Hay un complejo endemoniado en la derecha con el legado moral del franquismo, en el que se enredan entre contradicciones a veces absurdas; pero, incluso así, es difícil entender que un joven político como Moreno Bonilla, tolerante, poco dogmático y ajeno generacionalmente a los peores tics de la vieja derechona, acabe por reproducir sus mantras hablando de revanchismo y parapetarse en que a él le preocupa el Valle de los Pedroches y no el Valle de los Caídos. No tiene sentido, ni siquiera como peaje parlamentario a Vox. Moreno Bonilla podía distanciarse, apelar a que todo se haga con respeto a las partes y a la legalidad, y reclamar que no interfiera en la campaña. Eso era previsible. Pero decir "a mí no me importa el Valle de los Caídos sino el Valle de los Pedroches" es un error que ya le ha pasado factura en su imagen. Los errores en política no salen gratis. Por eso el viejo Talleyrand decía aquello de "peor que un crimen, un error".

La cuestión sobre el Valle de los Pedroches y el Valle de los Caídos es sencilla: ¿es que hay que elegir?La falsa dicotomía es un recurso típicamente populista. Pero no, no hay que elegir; se puede estar a la vez comprometido con lo que sucede en el Valle de los Pedroches y en el Valle de los Caídos. La idea de que uno te exime del otro es un parapeto tramposo. Y Susana Díaz no dejó pasar el error, como era de esperar, porque además la sombra de la cruz del Valle de los Caídos alcanza incluso al Valle de los Pedroches con las fosas indignas de la guerra y la represión.

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La política, según el viejo adagio, hace extraños compañeros de cama. Es un hecho, aunque Groucho advirtiera que lo que verdaderamente hacía extraños compañeros de cama era el matrimonio. En definitiva, no hay que extrañarse de que Elías Bendodo, en su momento entusiasta sorayista, incluso entusiasta anticasadista contra quien puso la maquinaria del partido en sus dominios incluso hasta el punto de quejarse Casado de presiones, ahora sea un entusiasta casadista. Todo es perfectamente normal, dentro de las reglas de la política. Aunque haya quien crea que un tuit como éste delata lo peor de la política, sencillamente muestra la realidad de la política, que se rige por la lógica del poder. No hay nada más eficaz para restañar todas las heridas.

Casado tenía ya amortizados los cadáveres políticos de Moreno y Bendodo hasta el 2-D, exactamente hasta las 22:15 del 2-D… a partir de ahí Casado se hizo morenista, incluso bendodista, y Moreno y Bendodo se doctoraron como casadistas. Y ahí está Bendodo, asegurando que Casado es la solución, y que el país necesita a Casado. Con toda la naturalidad fervorosa de los buenos compañeros de cama.

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Afrontar el compromiso por el clima con proclamas contra el capitalismo no parece poner el clima en primer plano, sino los fetiches ideológicos más o menos trasnochados de la vieja izquierda radical. El prestigioso Índice de Comportamiento ante el Cambio Climático 2019 de Germanwatch y Red de Acción Climática, coloca entre los países más comprometidos a Suecia, Lituania, Gran Bretaña, Noruega, Letonia, Suiza, Finlandia, Portugal, Dinamarca y globalmente la UE. El capitalismo tiene sus contradicciones, y eso incluye ser el entorno más crítico y comprometido.

Lo de Adelante Andalucía recuerda a aquellos activistas antinucleares de primera generación a quienes llamaban "los sandías": verdes por fuera, pero rojos por dentro. Más preocupados por desestabilizar el sistema que por el medio ambiente. Sostener que "el capitalismo es incompatible con la vida y con el planeta" arrincona a Adelante Andalucía en el coto menor de la extrema izquierda, lejos de las mayorías a las que la política tiene que liderar racionalmente frente el cambio climático. Pero el impacto de la humanidad sobre el planeta en el Antropoceno requiere alta política, no agitprop.Por momentos, ay, dan ganas de preguntarles si los dinosaurios también eran capitalistas, aprovechando que parecen venir de esa época.

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