LADRAN luego cabalgamos... o cabalga. Cabalga el todavía Real Betis Balompié por la senda que nunca debió abandonar y ya suenan los ladridos de quienes puedan estar interesados en que siga pudriéndose en Segunda División. Es a eso, a ladridos más o menos coercitivos, a lo que suenan los tambores de apaños que han surgido en estos días previos a la presencia del Betis en Villarreal. Por si no fuera infamante tener que enfrentarse a un filial, surgen rumores espurios. Rumores que serían lógicos que saliesen de Alicante, San Sebastián, Soria o Valencia, pero huelen nauseabundamente cuando ven la luz en Sevilla.

No sé si el Betis ha de pagarle más dinero al Villarreal por el traspaso de Pereira en caso de ascenso, pero darle pábulo a esa especie cuando el equipo bético se dispone a jugar en dicho pueblo de La Plana sólo puede surgir de alguien que no desea, precisamente, el retorno del Betis a su categoría natural. Luego parece que no es más dinero el que debe pagar, sino con más premura. Y el hecho de que un triunfo del Betis sobre el filial amarillo pudiera ser beneficioso para las arcas también amarillas hace sonar alarmas que el tam-tam hace que llegue a los lugares donde se ve al Betis como el mayor peligro, como el poderoso que no repara en medios para lograr el ascenso.

Estoy convencido de que si el Betis hubiese seguido con la dinámica anterior, la que con Tapia le llevaba a ninguna parte que medio mereciese la pena, estos rumores no hubiesen tenido lugar. Pero el Betis recompuso con Víctor la figura y los destacados del pelotón se vieron perseguidos por el que no debiera ser perseguidor sino faro de la tabla, y nacen especies que juegan en contra del Betis. Se siembra la sospecha de que el aún Real Betis Balompié puede ser beneficiado y saltan las alarmas. El poderoso quiere aprovecharse de su condición por medios ilícitos dicen, pero lo que hubiese sido lógico en San Sebastián, Alicante o Valencia resulta lamentable en Sevilla.