El 'Cuarto Milenio' yanqui

LAS aventuras de Mulder y Scully cumplen 20 años este 2013. Dark Matters: Twisted but true (Macabro pero cierto), en Discovery Max, nos sigue recordando que la verdad está ahí fuera. Podríamos definirlo como un Cuarto Milenio americano, eso sí, con la impronta característica de allende el charco, es decir, sobredosis de sensacionalismo y un cierto tufillo a cochambre en la representación dramatizada que nada tiene que ver con nuestros añorados Expedientes X. Ni con nuestros queridos Mulder y Scully. Y mira que talento interpretativo no es precisamente lo que les sobra a los actores David Duchovny y Gillian Anderson.

Historias de experimentos extraños, capítulos oscuros de la ciencia y misterios sin resolver rayando en la ciencia ficción son presentados y narrados por John Noble, una especie de Iker Jiménez con igual entusiasmo y más voz de miedito que su homólogo español. Esta versión oscura de su personaje de Walter Bishop en la serie Fringe comenta en off todos los casos que se desarrollan a lo largo de las tres temporadas del programa, potenciando siempre con ese tono grave los matices surrealistas, si bien es cierto que el doblaje al español ha optado por un cariz más serio. Lástima.

A pesar de que el programa se mueve entre el minimalismo más extremo y la cutrez, Macabro pero cierto consigue ser relevante gracias a su constante juego con el debate sobre los límites morales de la ciencia. Por sacar alguna ventaja a esta pérdida de tiempo, vamos. Personalmente, si algo veo a este tipo de espacios, es que provocan la sonrisa fácil a fuerza de rascar en la roña. Con todo, se permite el lujo -al igual que Cuarto Milenio- de contar con los testimonios de científicos y expertos. Todo muy profesional.

Buques de guerra que se teletransportan durante la II Guerra Mundial (el llamado 'experimento Philadelphia'), intentos de hacer El Planeta de los Simios una realidad, la historia real que inspiró a Mary Shelley para su Frankenstein, el peso del alma, los zombies de Wade Davis, la lobotomía… Cualquier misterio sin resolver tiene cabida en este cajón de sastre de lo innombrable y lo improbable.

La alternativa de tirar de un actor famoso para dar el empujón a un docurreality de ciencia marginal como éste funciona de perlas en Estados Unidos. Morgan Freeman fue el primero con su Secretos del Universo. Pero en España se cargan el enganche de los fans de Fringe con un doblador que no es el mismo de John Noble en esta ficción. Aún así, seguro que los seguidores de la serie son los primeros interesados. Como dice el propio Noble en la cabecera del programa "un poco de curiosidad no hace daño a nadie… ¿o sí?"