Desde las nueve y media hasta las once y cuarto, espectáculo habemus y gratuito. Será un eclipse que tiene el atractivo de contar con la Luna como protagonista. La Luna es el astro, satélite, estrella o como se le quiera llamar con mejor prensa de cuantos pueblan el firmamento y hoy se viene arriba en banderillas para convertirse en primerísima atracción durante dos horas. Además, y al contrario de cuando el eclipse es solar, no se necesitan cristales oscuros ni protección ocular alguna para ver esta Luna de Sangre que nos mostrará una Luna rojiza. Por unas horas deja de ser la lunita plateada que alumbra el barrio de Santa Cruz según Carmelo Larrea para enrojecerse hasta hacerla parecer un extraordinario globo de sangre. En esta noche del último viernes del julio más benigno térmicamente que recordamos, el espectáculo estará servido, y de balde.