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EL Íbex 35 cerró ayer la sesión con un repunte del 1,63%, apoyada en Wall Street y en China, lo que llevó al selectivo a quedarse a las puertas de los 10.300 enteros (10.267,9) con todos los valores en positivo. En el mercado de deuda, la prima de riesgo se colocó en 158 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 3,074%. La bolsa española negoció algo más de 2.600 millones de euros, un volumen reducido, pero normal en una semana festiva como la Semana Santa.

El parqué rompió con cuatro sesiones en negativo y se convirtió en el líder de las principales plazas europeas, por delante de Fráncfort (+1,5%), París (+1,3%) y Londres (+0,71%), gracias a un dato mejor de lo esperado del PIB (Producto Interior Bruto) de China en el primer trimestre del año. En el mercado de divisas, el euro se intercambió a 1,3809 dólares.

La banca fue la gran protagonista de la sesión, especialmente Bankia, que avanzó un 4,48% y fijó el precio de sus títulos en 1,470 euros. Le siguieron Banco Popular (+4,04%), Caixabank (+3,95), Bankinter (+3,27%), Sabadell (+2,17%), BBVA (+1,79%) y Santander (+1,79%).

Sin embargo, el valor que encabezó las ganancias fue IAG, que repuntó un 5,44%, con el precio de la acción en 4,808 euros. El optimismo de la jornada fue tal que ningún valor llegó al cierre en números rojos.

Los blue chips mantuvieron esta tendencia y a los buenos resultados del Santander y BBVA se sumaron las subidas de Telefónica (+1,51%), Repsol (+0,86%), Iberdrola (+0,69%) e Inditex (+0,28%).

Los analistas explicaron que se espera que la semana que viene el Íbex busque consolidar los 10.200 puntos para, de cara a final de mes, poder romper la resistencia de los 10.350 enteros "siempre y cuando la coyuntura, nacional y sobre todo internacional, lo permita".

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