Un funeral con pocos asistentes en un tanatorio de Tomares ha despedido a la casi olvidada Manuela Fernández Pérez. ¿Qué quién era? Pues nada menos que Manolita Chen, la reina de la revista popular del Teatro Chino, la Celia Gámez de las ferias y suburbios que recorría con su teatrillo ambulante. Una figura clave en la cultura popular española. El desprecio estúpido, elitista, burriciego y alicorto de la Universidad y la Academia española ha hecho que la cultura popular apenas se haya estudiado. Cuando fui decano de la Facultad de Comunicación intenté que se incluyeran asignaturas que contemplaran las industrias culturales y la cultura popular. Algo se logró, y gracias a ello se imparten las asignaturas Cultura e Industria Cultural, Sociología de la Cultura, Mitos e Imaginario de la Cultura de Masas o Música y Cultura de Masas. Pero muchos colegas se negaron a incluir asignaturas que estudiaran, por ejemplo, la industria editorial y la literatura popular: lo consideraban indigno de la Universidad.

Estudios como los de Williams, Batjin o Burke -por citar clásicos- apenas han tenido eco en España. Andrés Amorós, Vázquez Montalbán, Dolores Thion, Alberto Romero Ferrer, Amparo Porta, Jorge Uría, Julio Arce, Jesús Cañas, Ana María Zubieta, Antonio Ariño, Moisés González y unos pocos más -discúlpenme los olvidados- han ido llenando este hueco en estos últimos años. Hace poco les recomendaba la antología de artículos sicalípticos de Julio Camba editados por Pedro Ignacio López Tangos, Jazz-Bands y cupletistas (Fórcola). ¡Pero falta tanto por hacer! Ni tan siquiera sobre el gran Manuel Sugrañés, el Ziegfield de la Barcelona de los años 20 y 30, o sobre Colsada existen estudios. Sobre Manolita Chen sólo conozco el meritorio La vedette que desafió a Franco: Historia de la mítica Reina del teatro portátil en España (Ende) del profesor granadino Juan José Montijano; y un estupendo y emocionante documental que produjo TVE y dirigió Alberto Esteban, con testimonios de la propia Manolita, muchos artistas que pasaron por su teatro, Paco Umbral, Vázquez Montalbán, Andrés Amorós o Pedro Almodóvar.

Desde que debutó en las variedades en el Teatro Circo Price de los años 30 y se casó con el acróbata chino Chen Tse-Ping, adoptando el nombre artístico de Manolita Chen y creando su compañía, esta mujer se convirtió a la vez en una modesta Colsada y una proletaria Celia Gámez. En paz descanse.