Contemplando el paisaje que ofrece esa arteria tan principal de Barcelona como es la Diagonal, un día sí y otro también colmada de gente que aboga por mandarnos los papeles del divorcio, uno no tiene otra salida que la de pensar que estamos rodeados. La independencia de Cataluña vendrá más pronto que tarde porque así lo ha permitido la incompetente autoridad que nos ha manejado, maneja y quizás nos siga manejando. Aquel "ja soc aqui" con que Tarradellas reapareció en el balcón de Sant Jaume hace cuarenta años fue el pistoletazo de salida para una carrera que se prevé imparable si es que el sentido común no lo evita. Dar las competencias educacionales a las autonomías fueron los lodos que trajeron estos polvos mediante la enseñanza de una historia burdamente falseada y con algo tan eficaz para la causa como es enseñar a los niños a odiar a España.