Luis Carlos Peris

San Telmo y Plaza Nueva siguen igual

La ventana

06 de noviembre 2015 - 01:00

CUANDO sin necesidad alguna de las urnas, Juan Espadas agarró la Alcaldía de Sevilla apareció una sensación como de consenso, como de no hay mal que por bien no venga. Pensó todo el mundo, tanto el conservador como el progre más o menos falso, que al fin la Junta de Andalucía de la muy trianera Susana Díaz iba a dejar de ponerle palos a las ruedas que mueven o deberían mover a la capital a fin de que dejasen de adelantarla. Era la que pensábamos que iba a ser segura política de avance y que ese parón iba a liberarse de una puñetera vez. No ha sido así y la luz verde para desatascar los grandes proyectos que debieran relanzar a Sevilla no se enciende y siguen tan varados como lo estaban cuando el divorcio entre Plaza Nueva y San Telmo era un hecho incuestionable, una especie de guerra de los Rose que ahora, aun menos aparatosa, continúa latente.

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