LA próxima semana se inicia el gran periodo de compra de entradas y abonos para los espectáculos del Teatro Maestranza, y ya está en vigor la campaña similar para la temporada de la Sinfónica de Sevilla, que arranca el jueves con la deliciosa tercera sinfonía de Mahler. Ambas instituciones culturales se aprestan a celebrar su vigésimo aniversario. Disfrútelas, son suyas, van camino de ser de toda la vida. Un sevillano que se precie tiene que sentarse en sus butacas. Varias personas me piden que les recomiende lo mejor para adquirir ya las localidades. Hago extensivas a todos ustedes mis sugerencias para un menú bueno y variado. No dejen para mañana lo que ya puedan reservar hoy. La fiesta va a comenzar.

De la oferta lírica, si tienen que elegir, apúntense en noviembre (entre el 4 y el 10) a El oro del Rin, el primer capítulo de las cuatro óperas sobre los nibelungos creadas por Wagner, el Señor del Anillo. La puesta en escena creada por La Fura dels Baus la hace aún más espectacular. Si ya ha vivido las emociones de La Bohème, en cartel en diciembre, le sugiero que opte por conocer el Don Carlo de Verdi (del 24 de junio al 3 de julio), su visión de la intrigante corte de Felipe II. Su puesta en escena es de Giancarlo del Monaco, uno de los mejores del mundo. Descubra, con un gran reparto, la calidad musical de la zarzuela Doña Francisquita (15 al 19 de febrero). Y no se pierda el primer recital en Sevilla del tenor Jonas Kaufmann (22 de octubre), figura emergente y reclamada así en Nueva York como en Bayreuth.

Incluya en su menú un ballet: La bella durmiente (11 al 15 de enero), interpretado por el Ballet de la Ópera de Munich. Aplauda a una gran voz del jazz: Dianne Reeves (14 de noviembre), ganadora de cuatro premios Grammy. A Carmen Linares, con su lección magistral del 5 de febrero sobre el cante flamenco. Y vaya de la mano del pianista francés Pierre-Laurent Aimard para paladear el 23 de octubre su interesantísimo recital.

Lo último no es lo menos importante. La Sinfónica de Sevilla es cuerpo y alma del Maestranza. Y va a tocar las nueve sinfonías de Beethoven. De los quince programas, repletos de obras muy del gusto del público mayoritario, y en su mayoría dirigidos por Pedro Halffter, si no pueden ir a todos, les recomiendo, combinando repertorios e intérpretes, que no se pierdan el primero, con la Tercera de Mahler; el tercero, con el gran Christian Zacharias de director y pianista con Beethoven; el octavo, con la Octava de Bruckner; el undécimo, con la batuta de Marc Soustrot y un chaval sevillano de tan sólo 17 años, Juan Pérez Floristán, que toca el piano como los ángeles y hará el primer concierto de Prokofiev; y el decimotercero, con Halffter dirigiendo la Quinta de Shostakovich y Nikolai Lugansky en el concierto para piano más célebre de Rachmaninov.

Y por añadidura, les sugiero que se den prisa para arrimarse a la programación de la Bienal comprando las entradas por internet y empapen sus retinas en el Maestranza (2 y 3 de octubre) con danza de primer nivel internacional: las Dunas que han creado María Pagés y Sïdi Larbi Cherkaoui.