Otro año más

NO sé si será por lo que ha tardado en llegar la cuaresma, pero cuando empecé a pensar en el contenido de las columnas, creía que este año se nos presentaba con pocas novedades y escasos sobresaltos.

Solventado el "problema" de las hermanas nazarenas, aparcada la reforma de la carrera oficial, sin perspectivas de inmediatas incorporaciones de nuevas cofradías a la nómina de la Semana Santa, pocas cosas podrían caldear el ambiente en esta recién estrenada cuaresma.

Pero pensando, dándole vueltas al magín y después de alguna consulta, comenzaron a surgir temas que procuraremos sacar a la luz de estos Ciriales de 2011 que ya nos anuncian la llegada de una nueva Semana Santa como lo hacía el cartel de Huguet Pretel.

Este es año electoral, no en el Consejo, pero sí en nuestro Ayuntamiento; y eso provocará que cien mil moscas y moscones se acerquen al panal de nuestros pasos las mañanas y tardes de las salidas de nuestras cofradías buscando sólo la foto que les promocionen y a un ingenuo hermano mayor con afán de notoriedad que se la facilite.

Y como es año electoral, por fin, no sé después de cuántos años, veremos terminadas las obras de la Plaza de la Encarnación y nacer como las setas la polémica sobre la estética del recorrido procesional bajo sus sombras. Y como sigue siendo año electoral surgen novedosas ideas para maquillar el demagógico fin de la ampliación de la carrera oficial con la sugerente de colocar sillas acotadas en determinados tramos de dichos recorridos.

Pero el hecho de que no haya incorporaciones de nuevas cofradías a la nómina de la Semana Santa, no nos puede impedir bajar la guardia sobre el cuidado y atención que merecen los cortejos procesionales de las cofradías de víspera. No es lo mismo un barrio que una barriada, es… distinto; y no siempre ojos que no ven es corazón que no siente. Nos explicamos: no podemos dejar de la mano de Dios a las cofradías que difícilmente llegarán a La Campana, ni podemos olvidar que las que vengan lo tienen que hacer con un mínimo decoro acorde con lo que es y supone la Semana Santa de Sevilla y no con un quiero y no puedo o con un quiero y no sé.

Ya hablaremos, escribiremos y leeremos. Menos mal que no había tema.