La ventana

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

Si las barbas del Zendal ves rapar...

Hay que tener mucho cuidado y vigilar de cerca a todo sospechoso que pase por allí. Los sabotajes sufridos por el hospital Zendal, esa buena obra de Ayuso en pos a paliar los terribles efectos de la pandemia, pueden tener su particular metástasis en el Vigil de Quiñones, felizmente reabierto tras su increíble abandono. Hay que estar ojo avizor para que el Militar, el nombre que le da el pueblo, no sufra la barbarie que irradia de ese sectarismo que ha vuelto a dividir a España. Parece sólo obra de canallas que hayan ocurrido esos sabotajes en el nuevo hospital madrileño, pero está bien claro que lo que hace un hombre puede repetirlo otro de su misma calaña. El reactivado Hospital Militar ya es un nuevo salvavidas en este tiempo de pandemia y de crujir de dientes, por lo que convendría vigilar en corto para que esas mesnadas que actúan en Madrid no bajen a Pineda.

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