SIEMPRE se dijo que quien hace la ley es quien hace la trampa, pero hogaño causa furor lo contrario, la misma operación, pero a la inversa. Primero se hace la trampa y luego se modifica la ley para que dicha trampa goce de todas las bendiciones de legalidad. Como aquí no hay que consensuar ley alguna, como el rodillo aún funciona con plena efectividad, pues se lleva al Boletín Oficial lo que sea menester, aquí paz y luego gloria. Es como poner el carro delante de las mulas, pero lo cierto es que ese blindaje del centro que la autoridad vigente ha decidido por nuestro bien, siempre mirando por la felicidad del ciudadano/a, ya es medida legal a todos los efectos y a final de mes podría entrar en vigor. Pasa que nuestro padrecito Alfredo ha decidido en su infinita bondad demorarlo hasta Navidad no vaya a ser, quizá, que el personal se haya habituado por entonces a ir de infantería al centro para las compras de dicha fecha.