Día grande, vive Dios, este tercer sábado de septiembre con el retorno del rito en el primer templo de la cosa. Ya casi ni nos acordamos de aquel festival a beneficio de las hermandades de la Esperanza de Triana y el Baratillo del día del Pilar de hace dos años. Dos años casi, qué horror, cerrada la más bella plaza del mundo y hoy se reabre, qué maravilla. En el desierto a que nos condenó la pandemia hubo días en que nos preguntábamos si volveríamos a ver toros en la Maestranza y, afortunadamente, se ha hecho la luz y ha llegado el gran día. Y para esta reapertura, un cartel de tronío, uno más de los rematados carteles que se han programado en este San Miguel con ropajes de Feria de Abril. Lo abre el gran orfebre de la margen derecha, ese Morante que pide a gritos otra Puerta del Príncipe, en compañía del cóndor Roca Rey y de Pablo Aguado, la gran esperanza blanca.