Europa, España y Jerez

El modo en que nos perciben los demás nos ayuda a desarrollar la capacidad de mirarnos objetivamente. Es la autoconciencia externa. Siempre me ha interesado trabajar en este campo para comprender cómo me entienden las personas, pero intento identificar la que pudiera ser una opinión equivocada, que alguna habrá, porque el público no siempre tiene la razón. Lo asumo todo, aunque a veces duela, excepto el sambenito que llevo colgado de que soy exagerada. Ni caso. Soy entusiasta y apasionada, que no es lo mismo. Yo enfoco todo mi talento en lo que me gusta. Por el contrario, el exagerado magnifica y amplifica las situaciones y las dramatiza para distorsionar la realidad.

Como ejemplo, y con pudor, voy a compartir con ustedes una intimidad, en este, nuestro querido Diario. El otro día tuve la suerte de visitar las Bodegas Fundador. Y resultó que contemplando un patio asombroso se me saltaron las lágrimas. Me sentí muy emocionada al ser consciente de la suerte de pertenecer a este mundo y a esta tierra. Por supuesto, hice todo lo posible para que nadie se diera cuenta y lo conseguí. ¿Soy exagerada? No y no. Sencillamente tenía puestos todos mis sentidos en lo que estaba viendo, que era mucho. Además, lo normal es sentirse así en Jerez de la Frontera.

Por si no lo saben, la hermana guapa de Sevilla, se ha postulado como capital europea de la cultura para 2031. Y es muy razonable y conveniente que lo consiga. Xera para los fenicios, Ceret para los romanos, Serish para los árabes, Xeres para los reconquistadores (benditos sean) o Jeré para nozotro.

La Cartuja de Santa María de la Defensión; los vinos ceretensis o viajeros; el circuito de velocidad; la berza; la Feria del Caballo; Manuel Alejandro; la Peña la Bulería; las seis parroquias fundadas en el siglo XIII por Alfonso X, tan sabio él: San Lucas, San Juan, San Mateo, San Marcos, San Dionisio y la hoy Catedral de Nuestro Señor San Salvador; los chicharrones de Las Banderillas; Juan Moneo Lara (El Torta); La yeguada Cartuja Hierro el Bocado, que cría y conserva el caballo que los cartujos dieron al mundo desde Jerez; los gitanos y los payos en perfecta convivencia; el brandy; Nuestro Padre Jesús del Prendimiento (ay, mi Prendi); el ceceo; la iglesia de San Miguel, mandada construir por los Reyes Católicos; Rafael de Paula; una copa de amontillado NPU (Non Plus Ultra), de Sánchez Romate, a la 1 de la tarde; la Real Escuela de Arte Ecuestre; la Paquera y la Plazuela; la Esperanza de la Yedra; el pintor Luis Gonzalo; Lola Flores; Benito Pérez Galdós en su Episodio Nacional Cádiz cuando sentenció: “Si Dios no hubiese hecho a Jerez, ¡cuán imperfecta sería su obra!”; o el brindis de otro Benito Pérez, esta vez Barbadillo y sanluqueño: “Por Jerez, Marco y Frontera, bien alta empino mi copa. Apenas la alzo, galopa por mi sangre primavera. Por Jerez y su solera hoy mi brindis rompe lanzas. Bebo fe, bebo esperanzas y amor, trisagio del vino; bebo Jerez que es camino de las bienaventuranzas”.