TIEMPO El último fin de semana de abril llega a Sevilla con lluvia

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Desde mi córner

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

De un final de lo más impredecible

El tiempo juega a favor del bicho y en contra de un fútbol que no sabe cómo concluir

Colapso absoluto, y menos mal que pudo salvarse la Primera División. Nadie en su sano juicio podrá dar una fecha exacta de terminación de la Segunda División y ni hablemos de ese agosto continental, con los planteles acumulando positivos en coronavirus para una carrera contra el reloj y contra el bicho. Y es que el reloj cabalga con más lentitud que el bicho, por lo que no sería de extrañar que fuesen pocos los planteles sin contagios.

Lo de la fase de ascenso a Primera División para saber quién acompañará a Huesca y Cádiz roza lo esperpéntico si no fuese porque ha entrado de lleno en dicho apartado. Es un fuego cruzado nada amistoso que se prevé de recorrido incalculable, pues en el fondo, y en la superficie, subyace el enfrentamiento intercúpulas más la intervención inevitable del intervencionista Gobierno que nos maneja. ¿Y alguien puede predecir qué va a ocurrir? Complicada cuestión.

Como guinda de tan desagradable pastel llega lo del agosto continental con la catarata de contagiados que van surgiendo aquí y acullá. Y pasa que mientras más días transcurren, el riesgo de infección se multiplica. ¿Podrá jugarse el City-Madrid en la blindada Mánchester?, ¿y el Sevilla-Roma en Duisburgo? Mariano, Gudelj como puntas de un inquietante iceberg que se esconde agazapado en las procelosas profundidades del problema que tiene parado al mundo.

El fútbol se halla en un estado de máxima alerta que pone en peligro mucho de lo que resta de la infausta 19-20. Entrenamientos suspendidos o efectuados de forma única y exclusivamente individual, así resulta dificilísimo predecir si esto tendrá punto final. Lo cierto de todo y más alarmante es que el tiempo juega a favor del bicho y en contra de la normalidad, de esa nueva normalidad tan anormal que nos vendieron y siguen vendiendo desde Moncloa y aledaños.

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