Todo empezó con el cajonazo a Rajoy en la operación más desleal que registra la modernidad de este país aún llamado España. Tiempo de noticias sorprendentes y de aparentes programaciones, pues si el desahucio de Rajoy de la Moncloa se solapó con el corte de mangas de Zidane a Florentino en una especie de efectiva contraprogramación, bombazos y contraprogramaciones fueron sucediéndose sin solución de continuidad para la última gran traca del cese de Lopetegui a horas del Mundial. Por si fuera poco la noticia del contubernio Florentino&Lopetegui, resulta que a Màxim Huerta lo cogen con el carrito de los helados y su jefe le obliga a dimitir para maquillar un cese cantado. Demasiadas cuerdas para que el violín suene bien y necesidad perentoria de apelar al frasco de las sales ante tanta sorpresa. Y para colmo, se va Joaquín Sainz de la Maza, qué horror.