La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

El mes de la Esperanza

Todo esto me regaló Pizarro. Bien venido seas diciembre de Purísima, Esperanza y Nochebuena

La hermosa fotografía del compañero Antonio Pizarro fue ayer la bienvenida perfecta para recibir el diciembre que hoy nos llega entre luces en las calles, nacimientos resucitando de las cajas, dulces de conventos, lectura de Dickens y ecos de En los pueblos de mi Andalucía los campanilleros en la madrugá, de la Niña de la Puebla, A la puerta de un rico avariento, de Manuel Torre, la Virgen peinándose los cabellos de oro con peine de plata fina y el existencialista y recio La Nochebuena se viene, la Nochebuena se va, y nosotros nos iremos y no volveremos más.

En la fotografía de Pizarro se ve la Catedral y la Giralda emergiendo de la niebla igual -para la generación de quienes éramos niños o muy jóvenes cuando Mary Poppins se estrenó en el Imperial el sábado 18 de diciembre de 1965- que el Parlamento y el Big Ben. Al verla me pareció sentir ese viento del Este y niebla gris que anuncian que viene lo que ha de venir y que de entre la niebla aparecía una mujer volando sujeta a un paraguas. Y es que en las Navidades niñas de mi generación, la Niña de la Puebla se mezclaba con Chim Chim Cherree y El tamborilero de Raphael; nos ponían por igual el corazón en un puño las nanas y villancicos lorquianos que nos cantaban las abuelas -este galapaguito no tiene mare, lo parió una gitana y lo echó a la calle; este niño chiquito no tiene cuna, su padre es carpintero y le hará una- y la historia de los fantasmas que se aparecían a Mr. Scrooge que leímos en un libro de la Colección Historias de Bruguera; el portal de Belén y la adoración de los Magos del inicio de Ben-Hur y los paisajes de serrín, corcho, casitas de yeso, figuritas de barro y cielos de papel de Pichardo de nuestros Nacimientos; los dibujos de Ferrándiz de las felicitaciones de Navidad con la familia Trapisonda de Ibáñez y la familia Cebolleta de Vázquez de los extras de Navidad del DDT y el Pulgarcito indultando el pavo que al final se sentaba entre ellos a la mesa con una servilleta anudada en su cuello salvado. Y la fascinación de los escaparates de Los Reyes Magos de calle Cuna con el Rey Mago recibiendo cartas en su vestíbulo, el 0.95 de Puente y Pellón o las marquesinas de Regina de las que colgaban caballitos de cartón.

Todo esto me regaló el compañero Pizarro. Bien venido seas diciembre de Purísima, Esperanza y Nochebuena.

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