Alto y claro

José Antonio / Carrizosa

No perdamos la perspectiva

06 de julio 2014 - 01:00

COMO diría doña Rosa, la dueña del café de posguerra inmortalizado por Camilo José Cela en La Colmena, no perdamos la perspectiva. Perder la perspectiva es echar las campañas al vuelo e intentar vender como un inmenso logro de gestión política que la productora estadounidense HBO se fije en el Alcázar como escenario de la nueva temporada de Juego de Tronos el mismo día que los datos del Ministerio de Trabajo demuestran que Sevilla parece quedarse definitivamente al margen de la mejoría del empleo que se consolida como tendencia en el conjunto de España.

El rodaje de Juego de Tronos es, sin duda una de las mejores noticias que ha recibido Sevilla en muchos meses. Sobre todo, por la pertinaz ausencia de buenas noticias que padecemos desde hace años. Pero no es un maná ni un Bienvenido míster Marshall. Durante algunas semanas dará un puñado de empleos que durarán lo que dure el rodaje y quizás ponga a Sevilla en el mapa para los muchos fans que tiene la serie en todo el mundo y que muy probablemente tengan a nuestra ciudad desdibujada o ausente. El amplificar sus efectos benéficos como si nos hubiera tocado a todos el euromillón responde, ni más ni menos, que a la necesidad de vender gestión al precio que sea. Vienen elecciones y el balance que se puede presentar a estas alturas no es precisamente para lanzar fuegos artificiales. Nos esperan meses en los que vamos a ver cómo cualquier circunstancia, importante o nimia, se aprovecha para sacar músculo. Va a ocurrir en el Ayuntamiento, la Junta, la Diputación… y no digamos el Gobierno de la nación y la venta de la ansiada recuperación. Pero ustedes, como doña Rosa, no pierdan la perspectiva.

No la pierdan, por ejemplo con los datos del INEM hechos públicos esta semana que demuestran, como decíamos más arriba, que la economía sevillana sigue destruyendo empleo y que sólo la salida de mano de obra -inmigrantes que vuelven a su país y sevillanos que salen para buscar oportunidades en otros sitios- descongestionan algo la listas de las oficinas de empleo. O hablen con directores regionales de importantes bancos que les dirán que empiezan a reactivarse levemente el consumo y las hipotecas pero que no hay demanda de financiación para proyectos empresariales solventes. El problema de Sevilla, como lo es el del resto de Andalucía, es que no tenemos modelo productivo ni tejido empresarial y ninguna de las dos cosas se improvisa. Hemos tocado fondo, sin duda ninguna, pero no sabemos cuánto tiempo nos va a tocar reptar por ese fondo.

Mientras el panorama empieza a aclararse, no nos dejemos caer en el pesimismo y sepamos apreciar los brotes verdes, que alguno hay. Alegrémonos de que alguien se fije en nuestra ciudad para un rodaje televisivo de campanillas que permitirá que algunos sevillanos vean por primera vez, aunque posproducido, lo que se pierden por no cruzar de vez en cuando la Puerta del León. También hay que ponerse contentos de que se ponga en marcha al lado del río el proyecto que nos ha de traer entre otros grandes artistas a Beyoncé o incluso de que nos coloquen una piscina con olas y toboganes en la Cartuja. Pero no se dejen engañar: lo que de verdad nos vendría bien son alguna de esas fábricas que echan humo. Pues eso, no perdamos la perspectiva.

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