Cuchillo sin filo

Francisco Correal

fcorreal@diariodesevilla.es

De puente al acueducto

El informativo 24 horas emitió casi íntegro un mitin de Pedro Sánchez en Segovia

Me preguntaba qué habría pasado en Segovia. Mientras repasaba unos papeles hacía zapping en el televisor (me encanta el zapping televisivo, también el de radio, oír todas las voces, todas las músicas, en realidad sólo le soy fiel a mi mujer, al Madrid y al turrón de Suchard), pasaba por la jungla icónica de concursos, rutas gastronómicas, conexiones territoriales, la caterva del corazón y cada vez que ponía el informativo 24 Horas estaba Pedro Sánchez hablando. No sé el tiempo que dedicó este programa de la televisión pública a algo tan privado como el mitin del presidente del Gobierno en Segovia calentando las elecciones municipales. Creo que después de El profesor chiflado, la película de cine clásico que emitió La 2, fue el espacio que más minutos ocupó en la parrilla televisiva.

Allí estaba en plan reyes catódicos sacando pecho de la gestión gubernamental. Era un discurso sin fin, como esas comparecencias de la pandemia, con Simón el Estilita a su vera, o cada vez que volaba a La Palma para seguir la evolución de las bocanadas del Cumbre Vieja. Se apagó el volcán, pero se trajo a los palmeros y su adhesión inquebrantable. En el Ayuntamiento de Segovia gobiernan los socialistas desde hace dos décadas. En primera fila, estaba la alcaldesa, Clara Luquero, que lleva nueve años en el cargo y dos presidentes del Gobierno en su currículum. Pedro Sánchez no quiere que sean tres. En Segovia han gobernado la UCD, el CDS, el PP y el PSOE.

En un momento de su intervención, pretendía criticar el nulo compromiso con el ecologismo y la sostenibilidad de los socios de Vox en el gobierno de Castilla y León, pero del fondo se oyeron unas voces discordantes que Pedro Sánchez procedió a acallar enseguida. Ya habéis hablado, les dijo, ahora dejar que hable el resto. El resto era él en un arrebato de De Gaulle: Yo o el Caos. Un delirio de sinécdoque que le ha llevado a considerar la parte por el todo, él mismo como encarnación del país, del Estado. Del continente cuando le toque presidir el turno rotatorio de la Unión Europea. Al resto, Orantes.

Cada vez que el mando me mandaba al informativo 24 horas aparecía una nueva conquista de estos iluminados de la Moncloa. Menos mal que Pedro Sánchez no se atribuyó entre sus méritos el acueducto de Segovia. Una construcción que me retrotrae a una entrevista con Noam Chomsky en la que el periodista le pedía su opinión sobre los avances espectaculares de la globalización. Bueno, bueno, para espectaculares los romanos, le respondía uno de los padres de la lingüística moderna.

Las municipales son un año después de la Copa de Europa que el Madrid le ganó al Liverpool. La Gimnástica Segoviana es quinta en el grupo quinto de la Segunda Federación. La víspera perdió con el Villanovense de Villanueva de la Serena, que le precede en la clasificación. Le sigue el Cacereño. Emparedado entre dos equipos extremeños. Para el play off, Pedro Sánchez está entre Eternamente Yolanda o Efímeramente Irene. Aprovechó el puente de la Semana Santa para irse de acueducto.

Que hable el resto. De Restar, el contrapunto de Sumar. ¿Qué estaba pasando en Segovia?

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