La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

Si no tengo sombra, de nada me sirve...

Es primero de julio y no están los toldos puestos, luego el delegado de Urbanismo es negligente y el gerente un inepto

Si no tengo sombra, de nada me sirve...

Si no tengo sombra, de nada me sirve...

Si no tengo sombra porque no están puestas las velas donde hace un mes tendrían que lucir y cumplir con su función, de nada me sirven los hoteles de supuestas cinco estrellas que florecen como champiñones para captar turistas de alto nivel adquisitivo, que es el objetivo al fin y al cabo. Si no tengo sombra, de nada me sirve que el Ayuntamiento estudie los vuelos directos de Sevilla con Nueva York, los bonos turísticos que reparte la Junta y los grandes salones para congresos y exposiciones de Fibes y otros hoteles mastodónticos de colores grises, asientos minimalistas y decoración caduca y anodina. Si no tengo sombra, de nada me sirve que los taxistas, los cocheros y los camareros hablen todos los idiomas del mundo para atender a nuestros amos y señores que son los turistas, nos guste o no. Somos hiperdependientes del sector servicios. Si no tengo sombra, soy un sevillano achicharrado por las calles por las que han de pasear quienes nos pagan el sustento, que son los turistas que por fortuna para nuestra economía y perjuicio para la estética del centro han comenzado a volver poco a poco. Si no tengo sombra, que es lo menos que se pide para los que vivimos aquí y para los que han de venir a visitarnos, no puedo estar vendiendo Sevilla como destino turístico en Pekín o promocionando la ciudad entre la mayor red de agencias de viajes de España para que vengan vascos y gallegos a punta de pala. Si no tengo sombra cuando el calor es perfectamente previsible cada año, es que tenemos un delegado de Urbanismo que incurre en negligencia, asistido por un gerente directamente inepto y con la ayuda de unos funcionarios o empleados, según los casos, que no funcionan ni muestran eficiencia. Si no tengo sombra y es primero de julio, de nada me sirven los fuegos de artificio de las inversiones de Four Seasons, Radisson y otras grandes compañías hoteleras, ni los acuerdos con Ryanair, Vueling y Lufthansa que mi dilecto Antonio Muñoz ventea con notable habilidad periódicamente. Si no tengo sombra, no me sirve que Muñoz prevea para 2022 dos grandes citas, un foro de turismo español y otro vinculado al turismo idiomático. ¿Y no está previsto calor para 2022, Antoñito de mi vida? Si no tengo sombra, la ciudad no funciona, porque el primer objetivo de un Ayuntamiento es que las calles amanezcan limpias, los autobuses y taxis circulen y los más de 5.000 funcionarios hagan su labor, como tener previsto el alquiler de las velas de las principales calles. Si no tengo sombra, somos como la familia tiesa que abusa del avecrem, pero tiene un Mercedes en la puerta y el mayor televisor del mercado en el salón. Esto es, unos catetos y pretenciosos.

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