CADA día que pasa parece confirmarse que en este país, si los tontos volaran sería imposible que nos llegaran los rayos del sol. Cada día un tonto nuevo, o más, que lanza su parida y como los catalanes han puesto muy de actualidad el acoso a las corridas de toros, pues raro es el día que no surge una tontería más. La de ahora la ha parido un vasco y es de aurora boreal, imposible de comprender que pueda salir de un ser humano. El tipo se llama Kepa Tamames, milita en el animalismo más animal y se pregunta que por qué se condena a la ETA y no a Jesulín de Ubrique. ¿Se puede dar a luz una estupidez más deleznable? Es una agresión palmaria a la inteligencia, un ataque a la convivencia mínimamente normal y más que los taurinos deberían tomar cartas en el asunto las víctimas del terrorismo por la falta de respeto que supone la comparación y, sobre todo, porque ya está bien de tanto tonto suelto.