Turina, Sevilla y la Macarena

La ciudad y los días

04 de marzo 2025 - 03:08

Esta noche, en el Teatro Cajasol de Chicarreros, Turina, Sevilla y la Esperanza Macarena se funden en el concierto que, como parte de la exposición Ofrenda, ofrecerá el pianista Antonio Soria –que ha grabado en una edición histórica la obra pianística integral de Turina– interpretando algunas de las obras que Turina dedicó a Sevilla y a la Macarena: desde la hermosa y no tan conocida reducción a piano que Turina hizo de su Sinfonía sevillana a la Saeta en forma de salve a la Esperanza Macarena, cantada por la soprano Mayca Teba, pasando por El Jueves Santo a medianoche, La procesión del Rocío, Plazoleta de Sevilla en la noche del Jueves al Viernes Santo de Margot y La macarena con garbo. Con un recitado a cargo de la actriz y recitadora Llanos Salas de poesías macarenas de Manuel Machado, Rafael Alberti, Aquilino Duque, Juan Sierra y Caro Romero, y una oración final a la Esperanza a cargo de la Coral Polifónica de la Hermandad de la Macarena interpretando la copla Esperanza y Macarena que Quintero, León y Quiroga compusieron para Juana Reina y la versión coral de la Saeta en forma de salve a la Esperanza Macarena.

Joaquín Turina fue un Aníbal González, un Talavera, un Izquierdo, un Romero Murube, un García Ramos, un Bacarisas, que, componiendo, recreó una Sevilla a la vez real e ideal. Su amor por la ciudad y la elegante pasión con la que la expresa tienen mucho que ver con la nostalgia por ella –en 1902, con 19 años, se marchó a Madrid para ampliar sus estudios, en 1905 a París y en 1914 se estableció en Madrid– como sucede con las prosas y versos del exilio de Bécquer, Blanco White, Cansinos Assens, Cernuda o Montesinos.

El paralelo entre la música de Turina, la reinvención regionalista de Sevilla, la revolución juanmanuelina y la Macarena entre 1900 y 1930 –de malla a tisú– es absoluto. En esos 30 años dedicó 14 composiciones a Sevilla. Compuso la primera obra de su catálogo dedicada a su ciudad, Sevilla, suite pintoresca, en 1908, el año del palio rojo de Ojeda, y su Saeta en forma de salve a la Esperanza Macarena, con letra de los Quintero, en 1930, el año del manto de tisú y de la muerte de Ojeda, y la estrenó en Londres la gran mezzosoprano Conchita Supervía en 1931, el año del valiente cartel macareno de Juan Miguel Sánchez. Esta noche Sevilla y la Macarena se transfiguran en la música de Turina en el Teatro Cajasol.

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